Alfredo Guevara.-
Además del arribo de más de 200 elementos del Ejército Mexicano a Matamoros, la zona fronteriza de Tamaulipas requiere de una estrategia de seguridad integral diferente a los demás municipios, adaptada a donde se vive del turismo.
Y es que lo sucedido con los cuatro ciudadanos estadounidenses en los últimos días en Matamoros ha pegado fuerte en el turismo médico y puede poner en riesgo, además, la afluencia de norteamericanos en el periodo vacacional de Semana Santa, consideró Cristian Eduardo Pérez Cosío.
El Director Jurídico de la Federación de Cámaras de Comercio (Fecanaco) propuso que, además del arribo de elementos militares, se debe implementar una estrategia para recobrar esa imagen que se está perdiendo, tomándose en cuenta que temas de seguridad afectan en lo económico.
“El turismo médico es fuerte en Matamoros, en Nuevo Progreso (Río Bravo), Reynosa, hasta Nuevo Laredo, porque muchos estadounidenses vienen a esos temas de cirugía estética y con cirujanos plásticos, es un potencial económico del que viven también farmacias, porque los medicamentos son más baratos que en Estados Unidos”, aseveró.
Más allá de lo que sucedió en Matamoros el pasado tres de marzo, son temas que se tienen que revertir, porque tras los hechos en los que perdieran la vida dos norteamericanos y una civil por una bala perdida, se notó una baja del 60 por ciento en la afluencia de ciudadanos americanos.
Pérez Cosío citó que el pasado fin de semana, lugares nocturnos como restaurantes que anteriormente lucían llenos, ahora se vieron vacíos.
Indicó que la estrategia de seguridad debe ser acorde a las condiciones que viven los municipios de la frontera, por considerar que aun con los hechos lamentables del pasado viernes, los turistas que vienen para recibir atención médica no se van a detener.
Y es que los médicos cirujanos plásticos y estéticos tienen mucho trabajo, al tratarse de una industria fuerte, que con hechos de esa naturaleza, les pega.
Sostuvo que pese a los incidentes, los estadounidenses seguirán viniendo porque se ahorran hasta un 75 por ciento en el costo de las cirugías de ese tipo en la frontera, comparativamente con lo que pagan en clínicas de Estados Unidos.
