
Rogelio Rodríguez Mendoza.-
UN PRIISTA EN LA CUARTA.- Considerado uno de los priistas más influyentes durante el sexenio de Eugenio Hernández Flores, tanto que llegó a ejercer simultáneamente como presidente estatal del PRI y del Congreso del Estado, la presencia de Ricardo, “El Negro”, Gamundi Rosas, en los eventos del actual gobierno de la “cuarta transformación”, es toda una rareza.
Por ejemplo, este miércoles reciente, el personaje fue uno de los invitados especiales al primer informe de labores del gobernador Américo Villarreal Anaya.
Llegó solo a la sede del Congreso del Estado. Tan pronto cruzó el acceso principal y se percató de la presencia de las decenas de reporteros que “cazaban” funcionarios, apresuró el paso para alejarse lo más posible.
Tuvo incluso que fingir sordera cuando algunos de los periodistas le gritaron por su apellido. Nunca volteó y recurrió al truco de ponerse a platicar con la primera cara conocida que se encontró a su paso.
Es evidente que trata de no hacer ruido mediático, algo que es difícil o imposible de conseguir para quien fue casi el vicegobernador en la administración geñista.
El problema de Gamundi es que su currículum trae demasiados claroscuros.
BLADIMIR TAMBIÉN.- Otro priista que también sorprendió a propios y extraños fue Bladimir Martínez Ruiz, quien acudió al informe del gobernador Villarreal Anaya en calidad de representante del director nacional del IMSS, Zoé Robledo Aburto.
Sin hacer mucho ruido, el tamaulipeco suma ya varios años en las “grandes ligas” de la política nacional. A diferencia de otros, ha sabido construir una carrera libre de escándalos.
Es de esos personajes de los que ya hay muy pocos, que utilizan el servicio público precisamente para eso: para servir y no para servirse, lo cual le ha permitido construir un enorme capital político.
Bajo esas circunstancias, nada extraño sería entonces que, a la vuelta de pocos años, el hombre busque figurar en alguna boleta electoral, y no precisamente bajo las siglas del PRI.
EL ANHELO DE ERASMO.- Desde su posición como presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, el diputado federal, Erasmo González Robledo, se ha dedicado a construir su viejo proyecto de convertirse en el próximo alcalde de Madero.
Cada que los periodistas lo entrevistan, aprovecha la oportunidad para buscar reflectores mediáticos prometiendo la gestión de recursos federales para Tamaulipas.
El pasado miércoles, por ejemplo, a su llegada al edificio sede del Poder Legislativo, para atestiguar el informe de labores del gobernador Américo Villarreal Anaya, el hombre se plantó ante docenas de reporteros para hablar de los proyectos de los acueductos del Pánuco y del “Guadalupe Victoria”.
Dijo lo mismo de siempre: que está al pendiente del asunto y que, llegado el momento, será gestor de los recursos presupuestales necesarios.
El problema es que, ya va por su quinto año y no ha sido capaz de allegarle recursos extraordinarios al estado. Si en verdad quiere ser el siguiente alcalde de su municipio deberá darse prisa en esa tarea.
PEÑA SE PROMUEVE.- No se sabe si por decisión propia o por indicaciones de alguien, pero el diputado federal, Gerardo Peña Flores, se anda promoviendo como el siguiente presidente del PAN tamaulipeco.
Lo que sí se sabe es que GP no lleva muy buena relación con el actual presidente del Comité Directivo Estatal panista, Luis René Cantú Galván, por lo que nada raro sería que le esté jugando las contras sin autorización de las jerarquías partidistas. Pronto lo sabremos.
ASI ANDAN LAS COSAS.