abril 24, 2025
Publicidad
marzo 23, 2023 | 168 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza / Mauricio Zapata.-

Cd. Victoria, Tam.-
“Ciérrenle el micrófono al diputado Covarrubias”, ordenó el presidente de la mesa directiva del Pleno Legislativo, Isidro Vargas Fernández, desatando con ello las protestas, a gritos, de panistas y priistas que le reclamaban el hecho.

La diputada del PAN, Imelda Sanmiguel Sánchez, era la más enojada: “Está en su derecho. No tienes por qué impedirle que hable”, reclamó desde su curul, secundada por sus compañeros de bancada y por los integrantes del PRI.

Desde el ala morenista llegó de inmediato la defensa a favor de Vargas Fernández.

“Él es el presidente. Respétenlo”, exigía Humberto Prieto Herrera, en medio de la escandalera.

La confrontación ocurrió durante la sesión ordinaria del Congreso del Estado, celebrada este miércoles, cuando se puso a discusión un dictamen que contenía reformas a la Ley de Salud y a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

La iniciativa, avalada por las comisiones de Salud y Estudios Legislativos, tiene como propósito obligar al Gobierno del Estado a garantizar medicamentos y atención a los pacientes con cáncer.

El dictamen fue aprobado sin problema en lo general, pero cuando fue puesto a debate en lo particular surgió el desorden, porque la morenista Gabriela Regalado Fuentes propuso la modificación a un transitorio, lo que no gustó al PAN y PRI.

De inmediato, subió a tribuna el priista Ángel Covarrubias Villaverde, quien comenzó con fuertes reclamos a los diputados del partido guinda por no querer aprobar íntegramente el dictamen, y propuso que se quedara tal cual había sido aprobado en comisiones.

“Qué incongruentes son, diputados de Morena. Qué pena que no quieran apoyar a los niños con cáncer a pesar de que en comisiones votaron a favor. ¿De qué lado están?”, cuestionó Covarrubias.

Y le siguió: “Qué pena que no haya venido la diputada Casandra de los Santos (de Morena) porque estoy seguro de que hubiera votado a favor”.

Los panistas y priistas le dieron la razón y comenzaron a corear el nombre de “Casandra”, “Casandra”, “Casandra”.

Fue en ese momento en que el presidente de la mesa directiva ordenó que le cerraran el micrófono a Covarrubias, bajo el pretexto de que “no se está ajustando al tema”, provocando el griterío de panistas y priistas que defendían a Covarrubias, y de morenistas que lo cuestionaban.

“Tiene derecho a hablar. No le cierres el micrófono”, exigía la diputada del PRI, Alejandra Cárdenas Castillejos.

Ante el escándalo, y la imposibilidad de poner orden, Vargas Fernández optó por someter a votación las dos propuestas.

Primero pidió el voto para la del priista, de que no se modificara el dictamen. Dos veces se empató la votación en 17 a favor y 17 en contra. Igual ocurrió con la propuesta de la morenista.

Ante ello, se aplicó la disposición de ley, de regresar el dictamen a comisiones para someterlo a votación nuevamente en una siguiente sesión.

Los panistas y priistas tomaron aquello como un triunfo, aunque en Morena confían en que la próxima vez que voten el dictamen tendrán los votos necesarios para modificarlo.

Comentarios