AGENCIAS.-
La historia de Bill Sumiel, un hombre que necesitaba un trasplante de riñón, se hizo viral luego de que un conductor de Uber le ofreciera uno de sus riñones durante un viaje al hospital.
El conductor, Tim Letts, y Sumiel se hicieron amigos durante el trayecto y resultaron ser compatibles para la cirugía.
Un año después, Sumiel se encuentra en rehabilitación renal y Letts vive en Alemania, pero ambos han mantenido su amistad gracias a Facebook.
Esta historia demuestra que todavía hay personas que hacen el bien sin mirar a quién y que un pequeño acto de amabilidad puede cambiar la vida de alguien para siempre.