Patricia Azuara
Al exterior del Hospital Civil de Ciudad Victoria, los padres de Jorge «N», acusado de feminicidio, revelaron su hijo esta «muy golpeado». Temen por su vida y exigieron la liberación inmediata.
Jorge «N», fue sentenciado «sin pruebas» por asesinar a su esposa la española, María del Pilar Garrido Santamans, recordaron sus padres. Este día fue uno de los ocho reos que resultaron heridos en la riña registrada al interior del CEDES, por lo que fue trasladado al nosocomio.
Jorge Fernández y Adriana González, sus padres afirmaron que se trató de un ataque directo, pues en breve, obtendría su libertad.
«Ahí esta nuestro hijo y te da mucho miedo porque es muy fácil mandar matar a alguien y sobre todo cuando ya se sabe que va a ser liberado por los magistrados federales, ellos tienen el caso ahora»
«Los magistrados del Estado, que todavía son gente del ex gobernador (Francisco García Cabeza de Vaca), en tres ocasiones incumplieron un resolutivo con una ejecutoria que establecía muy claramente que no podían sentenciar a una persona por sospechas».
Remarcó que de suceder otra situación a su hijo, hace responsables a quienes ordenaron la fabricación de su delito, entre ellos al propio, Fiscal General, Irving Barrios Mojica y a los magistrados federales por dilación.
«Ya se tardaron bastante, eso también es un reclamo para ellos, si algo le pasa a mi hijo, los hago responsables por dilación. El hecho de no ser una persona importante, política, poderosa, no atienden».
«Uno de los golpeados fue mi hijo», remarcó Adriana González quien aseguró que esta expuesto a que lo maten por buscar y decir la verdad.
«Ahora resulta que lo van a matar, porque estamos hablando con la verdad, nombrando a las personas que hicieron esto, no es justo».
Detallaron que el comportamiento de Jorge «N» siempre es el adecuado, nunca se mete en problemas, y jamás está fuera de su celda a horas no permitidas, por lo que reiteraron, «fue una consigna».
«No tenemos otra cosa que pensar, porque ya va a salir y como ya va a salir porque es inocente, y más les vale a los magistrados federales del Segundo Tribunal Colegiado, tomar nota de esto y que ya resuelvan porque la vida de su hijo está en sus manos».
