La senadora del partido Verde Alejandra Lagunes, trabaja en una “terapia innovadora”, a través de iniciativa de ley para despenalizar y regular el uso terapéutico de los hongos conocidos como alucinógenos -psilocibes y la psilocibina-.
Según algunos estudios científicos, se ha demostrado que tienen beneficios para tratar problemas de salud mental como la depresión, ansiedad, estrés postraumático y adicciones como el tabaquismo o alcoholismo.
La legisladora pevemista explicó que ésta es una iniciativa que busca reclasificar y despenalizar el consumo de la psilocibina y los hongos, porque desde los años setentas se encuentran al nivel de la heroína y cocaína. Y en el Código Penal se castiga de siete a 25 años de prisión a quien lo porte o consuma.
México ocupa el lugar número 16 en el mundo con más personas con depresión (15 por ciento), es decir, 15 millones de personas y de ansiedad severa 19.3 por ciento de la población adulta (84.4
Por lo que se debe buscar formas innovadoras que solucionen el problema de raíz, ya que la OMS señala que, si no se trata la depresión, en 2030 será la primera causa de discapacidad, en nuestro país, “porque si no hay salud mental no puedes trabajar, no puedes estudiar, no puedes salir de la casa, no puedes socializar, es la principal causa de discapacidad”.
La legisladora ha tenido pláticas con líderes de pueblos originarios, médicos y médicas tradicionales, representantes de la comunidad científica y expertos en la materia.
Esto tiene más posibilidades que marihuana, simplemente, porque había cárteles traficando marihuana, se abrió a un tema lúdico-adulto y aquí estamos hablando de un tema terapéutico.
Nunca ha habido tráfico de hongos, y estos no generan nada de toxicidad, es una medicina que está comprobada que no generan adicción, tú puedes tomarla una sola vez y no volverla a tomar.
La iniciativa que busca reclasificar la psilocibina y los hongos, despenalizarlo, es porque en el Código Penal está de siete a 25 años de cárcel a quien porte o consuma.
La psilocibina y los hongos desde los setentas, en esta persecución de drogas, se hace una lista de drogas y los psicodélicos se meten a la lista 1, es decir, donde están la heroína, la cocaína, las drogas que hacen mucho daño a la salud, que no tiene ningún valor terapéutico y que incluso pueden generar adicciones.
Cincuenta años después esa lista no se ha revisado y hay suficientes pruebas para comprobar que (la psilocibina) es medicina, está comprobado que no generan toxicidad y lejos de generar adicción curan adicciones
La iniciativa surge en pandemia cuando empieza a haber un caso alarmante de depresión, ansiedad y adicciones. Se llama la pandemia después de la pandemia a esta pandemia de salud mental.
Se empezaron a ver aumentos en casos de depresión, ansiedad, de suicidios y ahí es donde empieza mi interés de entender qué es lo que estaba pasando y que estaban haciendo otros países, porque Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Holanda, Israel, Australia ya empezaron a buscar soluciones innovadoras.
Y entonces empiezan a hacer una investigación muy acelerada sobre soluciones, porque los fármacos tradicionales de la depresión y ansiedad empezaron a crear una resistencia. Más del 50 por ciento de los pacientes que toman estos fármacos no reaccionan.
Muchos de los estudios que se están haciendo en el mundo se están haciendo con estas sustancias de origen vegetal o animal que se les llama enteógenos, antes se le llamaba psicodélicos, se les quiso cambiar por el tema del estigma de los setentas donde fueron cuestionados como drogas.
Se da cuenta de que funcionan de una manera extraordinaria en temas de depresión, ansiedad e incluso en temas de adicciones.
Este medicamento no es una píldora mágica, ni es una panacea, funciona en el cerebro directamente con neurotransmisores que son los que nivelan tu estado de bienestar o vitalidad.
Con información de: milenio.com