“¡Respiren! ¡No se presionen! ¡Ánimo! ¡Relájense!”, eran las indicaciones que recibían unos cadetes de Sonora que se encontraban arrodillados en el suelo, luego de que un grupo de instructores rociaron sus caras con gas lacrimógeno. Esto, supuestamente como parte de su entrenamiento.
Lo anterior fue registrado en video y al poco tiempo se viralizaron en redes sociales, debido a la impactante escena que se observaba: más de una docena de jóvenes cadetes -entre mujeres y hombres- gritaban de dolor por los efectos del compuesto químico, usado para incapacitar a alguien de la vista al producir una sensación de quemazón e inflamación en los ojos.
Estas actividades se realizaron al aire libre, al parecer en Hermosillo, donde una instructora del Instituto Superior de Seguridad Pública del Estado de Sonora (ISSPE) llevó a cabo una serie de actividades como parte de la información inicial de los elementos, con la supuesta finalidad de que los futuros policías conocieran los alcances que puede tener el gas lacrimógeno.
En el clip audiovisual se observa cómo las y los cadetes tenían dificultades para respirar debido al solvente, mientras que otros se tallaban fuertemente los ojos ante la irritación. Pese a los gritos de desesperación, los instructores les piden que resistan. “Respiren con la boca, plebes. Relájense. No se alteren. ¡No se me vayan. Nadie se me va!”
Debido a que las imágenes comenzaron a circular rápidamente en redes sociales, el director del ISSPE, Ellioth Romero, se pronunció al respecto a través de su cuenta de Twitter, en la que calificó de “irresponsable” a la instructora que sometió a los cadetes a este tipo de actividades. Por ello, dio a conocer su suspensión.
“En relación al video que está circulando en redes sociales, respecto al ejercicio de rociamiento de gases lacrimógenos, se informa que la dirección del ISSPE no está de acuerdo con la manera en que se desarrolló esta actividad”, señaló Romero en la mañana del 15 de abril.
Aunque se mencionó que estos ejercicios “se tiene que llevar a cabo como parte de la formación inicial de cada elemento”, se precisó que la aplicación del solvente no debe realizarse de manera “tan directa” como se aprecia en las imágenes. “De ahí que esto lo cataloguemos como una irresponsabilidad por parte de la instructora a cargo”, se enfatizó.
Ante esta conducta, se dio a conocer la suspensión de la instructora “aplicando el valor de la cero tolerancia”. Esto por no seguir los procedimientos adecuados y exponer de manera innecesaria la integridad de los cadetes, además de grabar los hechos. En ese sentido, señaló que dicha actividad no refleja los valores de la institución.
De igual manera, Ellioth Romero aseguró que durante este tipo de prácticas ningún cadete o cadeta ha resultado lesionada. Sin embargo, indicó que la institución también considera innecesario poner a sus elementos en riesgo, por lo que también suspendieron la actividad en cuestión hasta que se adopte la metodología adecuada.
Entre los componentes del gas lacrimógeno destacan el nitrato de potasio, el clorato potásico, sacarosa, carbón, nitrocelulosa, entre otros. Las repercusiones en la salud son sensación de quemazón, tos, presión en el pecho, dificultad para respirar e irritación de piel. Los efectos se disipan en 10 o 20 minutos.
No obstante, los niveles de toxicidad varían según las especificaciones del producto, la cantidad empleada y la persona a la que se lo aplican.
Con información de: infobae.com
