Las Fuerzas Armadas de Colombia confiscaron 10,2 toneladas de cocaína valoradas en 340 millones de dólares en cuatro operaciones de interdicción en aguas del Mar Caribe y en la frontera con Venezuela, implementado un nuevo plan antidrogas que privilegia los decomisos, informó el viernes el Gobierno.
Inicialmente, en tres operaciones navales en aguas del Océano Atlántico con el apoyo de Estados Unidos y Panamá, se decomisaron 5,5 toneladas de cocaína y fueron capturadas nueve personas que intentaron arrojar la droga al mar y huir en lanchas de alta velocidad para eludir a las autoridades.
«La Armada Nacional, en una operación multinacional con Panamá y Estados Unidos, además del apoyo de nuestra Fuerza Aérea, logró la interdicción de clorhidrato de cocaína más grande en el Mar Caribe en el 2023», declaró el comandante de la Fuerza Naval del Caribe, vicealmirante Enrique Mattos Dager.
Las autoridades no revelaron a qué organización pertenecía la cocaína confiscada en el mar que tenía como destino Estados Unidos.
Por otra parte, la Policía Nacional con el apoyo del Ejército, descubrieron un laboratorio para el procesamiento de cocaína en zona selvática del municipio de Tibú, en el departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela, y decomisaron 4,7 toneladas de la droga que pertenecía a la guerrilla del ELN.
Colombia sigue siendo uno de los principales productores mundiales de cocaína, con alrededor de 972 toneladas anuales y 234.000 hectáreas de hoja de coca, según cifras de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca al cierre del 2021.
Además de las bandas criminales, en el negocio ilegal del narcotráfico están implicadas disidencias de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016, el rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) y pequeños carteles, según fuentes de seguridad.
El narcotráfico es considerado como el principal combustible del conflicto interno de casi seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos y millones de desplazados.
En el 2022 las autoridades colombianas confiscaron 671 toneladas de cocaína y para este año la meta es decomisar 834 toneladas.
El Gobierno del presidente izquierdista Gustavo Petro ordenó a las Fuerzas Militares y a la Policía Nacional intensificar la interdicción de insumos químicos y de cocaína, así como la destrucción de laboratorios de producción de la droga como estrategia para combatir el narcotráfico, en medio de críticas por no aumentar la erradicación de los cultivos de hoja de coca.
«Este es el poder de la interdicción que va al corazón de los grandes empresarios de la mafia», dijo el mandatario colombiano en su cuenta de Twitter.