Francisco Ramos Aguirre.-
En 1945, ante la ausencia de una universidad local donde la juventud tamaulipeca y particularmente los preparatorianos estudiaran una carrera profesional, varios ciudadanos acaudillados por el ex presidente de México Emilio Portes Gil crearon el Patronato Pro-Educación Superior.
El primer encuentro se celebró en el Teatro Juárez de Victoria. Entre los proyectos destacaba la apertura de las escuelas de enfermería y topógrafos. Así como “…la construcción de un magnífico edificio donde pueda tener cabida la enseñanza Primaria, Secundaria y Preparatoria de internos, que será de gran beneficio para las juventudes estudiosas, pues de esta manera evitará que los jóvenes que hacen estudios superiores tengan que ir a Monterrey, San Luis y México.”
Durante abril de ese año, el tesorero del Patronato, Napoleón Salinas, anunció que disponía de 150 mil pesos, producto de donaciones de sus integrantes y otros ingresos de actividades sociales, artísticas y recreativas.
Por ejemplo, el 17 del mismo mes el licenciado Francisco Hernández García anunció la actuación de la Orquesta Sinfónica de Xalapa en el Teatro Juárez, dirigida por José Ives Limautour, homónimo del Ministro de Hacienda del presidente Porfirio Díaz
Esa ocasión alternó con la pianista Carmela Castillo Betancourt, alumna de Carlos Chávez.
Vale decir que en esa época surgieron varias instituciones en Victoria, gracias a la solidaridad y cooperación de los pobladores. Entre ellas la Cruz Roja, el Puente de la Colonia Mainero, la alberca de Tamatán y la Iglesia del Sagrado Corazón.
En el caso de la Universidad, para mayo de 1945 se publicaron los nombres de quienes aportaron dinero para dicho proyecto: Emilio Portes Gil 25 mil pesos; Hugo Pedro González 2 mil pesos; Benito Haces 5 mil pesos; Cruz Medina, Jacobo Martínez y Bernardo R. Loperena 3 mil pesos cada uno; Tomás Iglesias de Constructora Tamaulipas 6 mil 250 pesos y Cooperativa de la Industria Eléctrica 2 mil pesos.
A la lista de los donativos voluntarios se sumaron maestros, estudiantes, logias masónicas, músicos, sindicatos, empresarios y políticos.
Sin importar filiaciones partidistas, ideologías ni credos, algunos de los entusiastas colaboradores fueron: Candelario Reyes, Maximiliano Hernández, Luis Gojon, Manuel Guerra Hinojosa, Américo Rodríguez, Tristán Canales, Juan Riestra, Gerónimo Rodríguez y otros.
Incluso, el comité presidido por Eduardo Núñez se reunió en el Casino Victorense para analizar detalles de un concurso para asignarle lema a dicha institución.
El premio para el ganador ascendía a 500 pesos, siempre y cuando elaboraran una frase no mayor de cinco palabras, ni menor de tres.
Probablemente uno de los factores que influyó en el fracaso del primer proyecto universitario se relacionó con los conflictos políticos de 1947 derivados del desafuero del gobernador Hugo Pedro González, luego del asesinato del periodista Vicente Villasana.
Definitivamente este acontecimiento policiaco cimbró las estructuras políticas del portesgilismo, ocasionando el divisionismo entre grupos empresariales y comerciantes de la localidad.
En 1950, la inquietud sobre el tema se reactivó ligeramente entre la opinión pública. En agosto de aquel año el periódico La Opinión, dirigido por Prisca Báez, publicó el artículo La Universidad Tamaulipeca, donde refiere al mencionado Patronato y cuestiona el destino del dinero recabado.
“¿Quién tiene ese dinero o qué aplicación se le dio? No interesa. Lo importante es volver a la carga, trabajar con entusiasmo y ver la forma de ir encausando la idea para que se uno de los primeros problemas que toque al próximo Gobierno resolver.”
Es decir, alude al nuevo gobernador Horacio Terán Zozaya, a quien correspondería cristalizar la propuesta de viejo arraigo.
Respecto al faltante monetario, años más tarde el periodista José Francisco González comenta en una de sus columnas que las cifras de cooperación de algunos protagonistas como Portes Gil no fueron de la magnitud y cantidad señalada, sino menores.
Explica que probablemente se trató de una estrategia publicitaria para que otros ciudadanos se animaran a aportar.
En cuanto al posible asiento de los poderes universitarios, Tampico y Ciudad Victoria eran las únicas poblaciones tamaulipecas mencionadas como sede para la apertura de los primeros planteles y oficinas rectorales.
Mientras los medios locales de información argumentaban que “La Universidad, al menos la mayor parte de sus Facultades, deben quedar en esta Ciudad, y nada se ha hecho para trabajar esta idea…y si nos dormimos nos van a comer el mandado, porque el porteño es emprendedor, es de un provincialismo fogoso, mientras que nosotros perdemos el tiempo en niñerías…”
Para entonces los planteles estudiantiles más importantes de la localidad eran La Escuela Secundaria, Normal y Preparatoria; la Escuela Normal Rural Lauro Aguirre de Tamatán y la Escuela Secundaria Industrial Álvaro Obregón.
Con excepción de la Normal, prácticamente sobre la preparación profesional superior, las expectativas eran muy remotas.
Aún así, el ambiente estudiantil era muy dinámico y para entonces existían albergues para estudiantes foráneos. Uno de ellas era la Casa Hogar de Elma C. Irelan en el 10 Guerrero y otra propiedad de Francisca G. de Díaz, donde proporcionaban hospedaje, alimentación y lavado de ropa.
Con base en el decreto aprobado el 30 de marzo de 1951, el gobernador Horacio Terán envió al Congreso del Estado en julio de 1952, una iniciativa sobre la creación del Patronato Pro-Universidad de Tamaulipas; en la figura legal de un organismo público descentralizado con sede en la calle Hidalgo y Avenida Francisco I. Madero. Es decir, el edificio del Palacio o Casa de Gobierno, conocido así desde principios del siglo XX.
En febrero de 1955, la presión de la sociedad sobre el tema universitario cobró mayor fuerza. En este contexto, el licenciado Ciro R. de la Garza, Oficial Mayor de Tamaulipas, declaró a la prensa sobre las inquietudes del gobernador Horacio Terán para crear la Máxima Casa de Estudios.
“El año pasado fue bueno para el gobierno del estado. Se cree que este año y el entrante también lo será fiscal y económicamente, los deseos del Lic. Terán para beneficiar a Victoria y Tamaulipas son muchos, y su carácter universitario lo hacen que sea partidario acérrimo de la Universidad de Tamaulipas.”
En tanto, la periodista “Lola” anunció tentativamente que la Facultad de Derecho se establecería en Victoria, Agricultura para Mante, Ingeniería y Medicina en Tampico, Enfermería para Laredo y Contaduría en Mante: “…y así en esa forma distribuir las diversas Facultades en diversas ciudades del Estado y todas constituir la Universidad de Tamaulipas que así sea…en verdad que lo deseamos.”
Finalmente, el cuatro de febrero de 1956 el Congreso del Estado aprobó el Decreto 156 referente a la Ley Orgánica Constitutiva de la Universidad de Tamaulipas, publicada el día once en el Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas, aclarando que los decretos del 14 de abril de 1950 y del 31 de marzo de 1951 “…distan mucho de proveer firme y definitivamente a la organización de la Universidad mencionada.”
El primero autorizaba al Ejecutivo para que al dejar de ser Residencia de los Poderes de Tamaulipas en Palacio de Gobierno: “…el edificio que actualmente ocupa lo destine exclusivamente a albergar la futura Universidad o, en su defecto, cualquier otro centro de enseñanza superior.”
De esta manera, el gobernador Horacio Terán Zozaya instruyó al legislativo se procediera “…a dar vida definitiva y estable a la Universidad de Tamaulipas y que en ella se coordinen los esfuerzos que actualmente se realizan en favor de la cultura superior y de la educación profesional, para que de ese modo quede abierto el campo hacia un progreso en la esfera superior como lo demanda ya y lo demandará aún más en los próximos decenios, la comunidad tamaulipeca.”
En ese mismo tenor, los diputados Aureliano Caballero y J. Dolores Ponce, adelantaron que las oficinas centrales radicarían en Victoria.
Así las cosas, el Congreso de Tamaulipas nombró rector provisional entre 1956 y 1957 al diputado, abogado y notario Isaac Sánchez Garza, originario de Tampico (1902-1979).
Además, se anunció en términos generales sobre el proceso de incorporación de las facultades y escuelas de Medicina, Ingeniería, Derecho, Odontología, Enfermería, Normal, Preparatoria, Ciencias Químicas, Agricultura, Ganadería, Comercio y Administración. Con anterioridad, algunas de ellas se encontraban operando en el puerto jaibo.
Atalaya/abril 15/1945; Atalaya/mayo 6/1945; La Opinión/agosto/1/1950; Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas (4/16/1950); El Heraldo de Victoria/febrero18/1955; El Heraldo de Victoria/21/febrero/1955; Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas/02/11/1956.