Patricia Azuara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Parecería que ser mamá es una ley de vida, cuando en realidad debería ser una decisión. Que más allá de una ilusión se convierta en una frustración, ante una sociedad basada en estereotipos, que presiona, señala y crítica a quienes no desean concebir.
Perla Anzúa Martínez, periodista, líder de maestros y luchadora social, a sus 42 años, opinó lo anterior en el marco del Día de las Madres, una fecha que, dijo, es más mercadotecnia que una conmemoración real para aquellas mujeres que día a día enfrentan la titánica tarea de ser mamás.
Anzúa Martínez estuvo casada 14 años, y nunca se embarazó, pero más allá de buscar un hijo, se enfocó en su crecimiento personal y profesional, sin importarle las críticas y cuestionamientos de su entorno.
“Primero no se ha dado, pero tampoco es una prioridad, tampoco es como para complementar mi vida, tampoco es para ser feliz o sentirme realizada”.
“Siempre he creído que los hijos no son para cuidar a los padres, no son para sentirnos realizados, ni amados. La vida se trató de algo personal, se trata de amor propio”.
“Cuando te amas a ti mismo, no hace falta ni una pareja, ni un hijo, estás tranquilo y en paz contigo mismo”.
DEBE SER UNA ELECCIÓN RESPONSABLE
Ella piensa que ser madre debe ser una elección responsable, seria, un verdadero acto de amor, sin embargo, en muchas ocasiones se convierte en un suceso no planeado.
Pidió respetar la vida y decisiones de quienes están fuera de los “esquemas” que rigen el entorno social. Consideró que ese bombardeo de preguntas, para las mujeres que deciden no ser mamás, se trata más de una situación cultural.
“Debe ser una ilusión, pero no un motivo de frustración, ni un motivo como para sentirse excluido de la sociedad, o de los grupos”.
“Es muy importante que la sociedad, yo a veces lo digo en forma sarcástica, por qué siempre preguntan eso, por qué no leen un libro, ven una serie, y platicamos de otra cosa”.
“Es algo muy estereotipado, es algo que llegas a cierta edad en la que te están preguntando. Primero te preguntan si ya tienes novio, si te vas a casar, y si ya te casaste te preguntan que si tienes hijos”.
“Es fastidioso, es irritante, es incómodo, que te pregunten cada vez que te ven, oye tú tienes hijos, y que ese el tema prioritario de conversación cuando hay tantas otras cosas importantes”.
YA NO PIENSAN IGUAL
Afirmó que las nuevas generaciones vienen con perspectivas muy diferentes a las tradicionales, donde toman la decisión sin titubeos, de ser o no ser mamás.
“Me siento bien, me siento tranquila, me siento en paz, la vida es complicada, todos pasamos procesos, pero el sentir paz a una edad de madurez es el mejor regalo que puedes tener”.
No ser mamá es una decisión igual de valiente, sostuvo, porque no es sencillo enfrentarte a una sociedad y a una presión familiar, que te exige tener un hijo.
“Si es complicado por la presión, pero también porque es una lucha mental, porque quieras o no en tu cabeza tienes los estereotipos, de lo que te enseñaron, de lo que educaron, y hasta cierto punto te sientes presionada”.
De niña nunca soñó convertirse en madre, de hecho, no recuerda haber jugado a ser mamá. Ella preferiría divertirse con una cámara fotográfica, o a ser maestra y cantar.
Yo respeto mucho a mis amigas que son mamás, tengo amigas muy queridas que son madres y que son muy ejemplares, a pesar que tienen historias detrás de ellas muy difíciles”.
“Para mí ellas son un respeto y una admiración, yo las veo porque yo puedo tener seis actividades laborales, pero lo que ellas realizan es algo titánico, porque a pensar de que siempre están preocupadas y estresadas, también están alegres”.
DESDE LA EXPERIENCIA
Respecto al tema, la psicóloga Lizbeth Cruz Rodríguez consideró que actualmente hay más mujeres que deciden no ser madres debido a las demandas actuales que hay para el sector.
“A las demandas actuales que hay para la mujer. Con la inserción de la mujer al campo laboral, la jornada de trabajo se triplica para las madres. Pues culturalmente aún en nuestros días, a la mujer se le atribuye en un mayor porcentaje la responsabilidad de resolver la parte doméstica que implica una jornada de trabajo no remunerada”.
“La segunda jornada, la remunerada, exige que la mujer se desempeñe igual que las personas que sólo se dedican a su profesión y ocupación. Constantemente se vive en competencia para asegurar el empleo o puesto”.
“Una tercera jornada es extenuante, quienes deciden ser madres, seguramente tienen una motivación mayúscula, pues criar significa estar pendiente de un ser que no sobrevivirá sin los cuidados de los adultos”.
Creo que las mujeres que deciden ser madres en parte se aseguran de contar con una red de apoyo que amortigüe esta tercera jornada. Las que deciden no serlo, quizás reconocen está parte extenuante de la maternidad, dijo.
“Otro punto importante es que las mujeres ahora sabemos que ser madre no nos hace más o menos mujeres. Ser madre es un rol más de todos los que podemos ejercer y es una decisión libre que se ha de tomar con exceso de responsabilidad”.
DÍA DE LAS MADRES
En México su origen fue en 1916, cuando el Gobierno del Estado de Yucatán respaldó a las mujeres en su búsqueda por obtener sus derechos sexuales, así como lograr una maternidad libre y consciente, materializado en el primer Congreso Feminista.
EL DATO
• En 2020, siete de cada 10 mujeres de 15 años y más han tenido al menos un hijo nacido vivo (72.4 por ciento).
• Las mujeres cada vez tienen menos hijos; en 1999 la tasa global de fecundidad era de 2.86 y en 2019 la tasa se redujo a 1.88 hijos en promedio por mujer.
• En 2019 la tasa global de fecundidad de las mujeres que hablan lengua indígena fue de 2.85 y en las que no tienen esa condición, de 1.82 hijos en promedio por mujer; en 1999, las tasas fueron de 4.15 para quienes hablan lengua indígena y 2.76 para quienes no hablan lengua indígena.