En Australia, millones de canguros podrían morir de hambre si no se controla el alza explosiva de su población, advierten grupos ecologistas que preconizan un sacrificio masivo de estos animales.
El marsupial representa un problema medioambiental importante para ese gigantesco país debido a su ciclo de reproducción.
Su población puede llegar a decenas de millones cuando el forraje es abundante, después de una abundante temporada de lluvias, pero también pueden morir de forma masiva cuando se agota la comida. Durante la última sequía, estimamos que entre 80 y 90 por ciento de canguros murieron en algunas zonas, explica la ecologista Katherine Moseby.
Entran en los baños públicos y hasta comen papel higiénico, detalla. Según ella, sacrificar canguros y destinarlos a la carnicería y a la marroquinería sería a la vez una manera caritativa de ahorrarles sufrimientos atroces y un medio de controlar su población.
Permitiría limitar su número para que en caso de sequía no haya problemas de bienestar, afirma.
Si los consideráramos como recurso y lo gestionáramos de esta manera, no tendríamos las muertes catastróficas que conocemos, apunta.
El Gobierno australiano protege al canguro, pero las especies más comunes no están en peligro de extinción. Esto significa que pueden ser cazadas, con autorización previa, en la mayor parte del territorio.
Cada año, hasta cinco millones de estos animales son sacrificados por su carne o su cuero.
Dennis King, de la asociación de la industria del canguro de Australia, afirma que el país está al borde de un auge demográfico del animal.
Según sus estimaciones, la población de estos marsupiales disminuyó por debajo de 30 millones después de las arduas sequías de principios de 2000. Desde entonces, se recuperó y pronto podría superar los 60 millones.
Las organizaciones de defensa de animales denuncian el sacrificio comercial como matanza cruel y presionan a las grandes marcas de ropa deportiva mundiales, como Nike o Puma, para que renuncien a utilizar el cuero de canguro en sus productos.
Nike se separó de su único proveedor de cuero en 2021 y este año dejará de fabricar cualquier producto con ese material, subrayó una portavoz de la compañía en marzo.
En el estado estadounidense de Oregón, donde se fundó Nike, a principios de 2023 se presentó un proyecto de ley para prohibir el uso de “cualquier parte de canguro muerto.
Estos animales autóctonos son sacrificados con fines de lucro comercial, denuncia la organización Animals Australia.
Pero las campañas para poner fin a esta industria, aunque bien intencionadas, son engañosas, advierte George Wilson, uno de los grandes especialistas en la gestión de la población de canguros.
Con información de: jornada.com