El Manchester City avanzó a la Final de la Champions League con una goleada 4-0 (5-1 global) que deja fuera al vigente Campeón, un Real Madrid desconocido, sin la fuerza ni la reacción a que tiene acostumbrados a sus aficionados, que vieron con tristeza una pobre versión del club más ganador de la historia.
Manchester City fue un huracán en el primer tiempo y salió con un planteamiento agresivo, creando opciones numerosas y presionando la portería de Courtois, que se salvó tras los intentos de Rodri, un cabezazo de Haaland y un tiro de De Bruyne.
Fue en el 23 cuando cayó el 1-0 con una gran jugada colectiva que terminó con un servicio filtrado de Kevin de Bryune a Bernardo Silva, quien controló y con un disparo potente venció a Courtois y le dio la ventaja 2-1 en el global al Manchester City, ante la incredulidad del Real Madrid.
Toni Kroos estrelló un disparo en el travesaño en el minuto 34, pero no marcó la reacción del Real Madrid, sino el preludio del 2-0, obra también de Silva, quien aprovechó un rebote en el área tras un disparo de Gündogan en el área y remató con la cabeza para el 3-1 global y aumentar la ilusión del Manchester City de acercarse a la Final y para cobrar revancha ante Real Madrid.
GOLEADA
El segundo tiempo estaba servido para que el estilo de juego del Manchester City le permitiera consumir los minutos, pero enfrente estaba el Real Madrid, el equipo que se levantó mil veces cuando todos los daban por muerto.
Sin el aporte acostumbrado de Karim Benzema, quien desapareció por completo de la escena, el Real Madrid apostó por otro tiro lejano, esta vez de Alaba, quien exigió a Ederson en el minuto 51.
El City dominaba ampliamente y parecía cuestión de tiempo que sentenciara el pase a la Final de la Champions, pero Haaland volvió a fallar en el 73, al estrellar su disparo en el cuerpo de Courtois.
Era un presagio, porque en el 76, Militao cometió un autogol que selló la revancha inglesa, y la triste despedida del Campeón de Europa se selló con el 4-0 de Julián Álvarez en el minuto 90, dejando muestra del excelente juego colectivo del Manchester City, un digno contendiente para el Inter de Milán en la Final de la Champions League.