diciembre 12, 2024
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mayo 19, 2023 | 952 vistas

En los últimos días, las fuertes lluvias e inundaciones en la región de Emilia Romaña, en el noreste de Italia, han causado al menos 14 muertos y han obligado a evacuar a 15 mil personas mientras sigue la alerta roja y se espera la llegada de un ciclón que golpeará a gran parte del país durante el fin de semana.

Los equipos de emergencia continúan rescatando a personas que han quedado atrapadas en sus viviendas o en localidades incomunicadas, ya que más de 500 carreteras permanecen cortadas por el desbordamiento de 23 ríos en menos de 48 horas.

“No hay memoria de un acontecimiento así en el pasado”, indicó en rueda de prensa el jefe de Protección Civil, Fabrizio Curcio.

Según Protección Civil, hay más de 5 mil efectivos trabajando pero “la persistencia y la cantidad de agua caída ha sido tan constante” que las labores se están dificultando enormemente y la red de drenaje ha quedado completamente dañada.

“Los fenómenos se han superpuesto y el resultado es este. Hay que esperar a que se reduzcan los volúmenes, reconstruir los canales de drenaje y después hacer acciones de mejora”, añadió Curcio.

Las autoridades calculan que en 36 horas, entre el martes y miércoles. cayó en Emilia Romaña el agua de seis meses por las intensas lluvias, que han dado una tregua este viernes pero, de acuerdo con los pronósticos, regresarán el fin de semana.

Además, la prensa local ha alertado de la llegada de un nuevo ciclón que afectará a gran parte de Italia y cuyos primeros efectos se notarán en el oeste (el Piamonte está en alerta naranja) pero provocarán lluvias a lo largo de todo el país, incluso en el sur (Sicilia y Calabria).

De hecho, la repentina subida de nivel del río Tíber, a cientos de kilómetros del norte, ha llevado a las autoridades de Roma a cerrar los accesos a sus muelles y suspender los trayectos en barco.

Por el momento, la región más afectada por el temporal es Emilia Romaña, donde al menos 8 mil personas están durmiendo en albergues y una decena de municipios de la provincia de Rávena, en la costa del mar Adriático, han quedado completamente inundados, al 80 o 90 por ciento.

Uno de los pueblos más golpeados es Sant’Agata sul Santerno, donde el agua supera los 3 y 4 metros y la mayoría de sus habitantes, unos 3 mil, permanecen recluidos o han sido evacuados, aunque en algunos casos la ayuda no llegó a tiempo, pues el miércoles se localizaron allí los cuerpos de dos ancianos que murieron ahogados en su hogar.

Además, las operaciones de rescate son complejas en el área, donde la red eléctrica está averiada y decenas de carreteras comarcales son impracticables por los desprendimientos de tierra.

Los destrozos también tienen serias implicaciones para la agricultura y el turismo, a pocas semanas del inicio de la temporada veraniega.

“Incluso la costa está en parte herida, pero conozco a los operadores turísticos de la Riviera, son gente dura que nunca se rinde. Espero una ola de solidaridad también por parte del turismo”, aseguró el presidente de Emilia Romaña, Stefano Bonaccini, entre lágrimas el viernes por la tarde.

El presidente también pidió reembolsos de hasta el 100 por ciento para los agricultores y ganaderos que han visto destrozados sus cultivos o han tenido que dejar morir al ganado allí donde los desbordamientos han impedido actuar con rapidez.

Entre agricultores y empleados de industrias y cooperativas son al menos 50 mil los puestos de trabajo en juego en el campo de Emilia Romaña, según las estimaciones de la mayor asociación agrícola y ganadera de Italia, Coldiretti, que ha calculado en más de 5 mil las explotaciones agrícolas que se encuentran anegadas.

De momento, el Gobierno, que ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario el próximo martes, destinará 20 millones de euros en asistencia inmediata y ha suspendido las obligaciones fiscales y los pagos de facturas a todos los afectados.

 

Con información de: lopezdoriga.com

 

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