Corea del Sur tiene la tasa de natalidad más baja del mundo, pero los padres afirman que el gobierno no les está facilitando el tener hijos cuando cientos de instalaciones públicas en todo el país están designadas como «zonas sin niños», una tendencia que ha ido en aumento en muchas partes, como los resorts en España.
A principios de este mes, la legisladora Yong Hye-in —del Partido de la Renta Básica, de ideología progresista— llevó a su hijo pequeño a la Asamblea Nacional y pidió al gobierno que prohibiera la política de «zonas sin niños», que permite que los restaurantes, museos, cafés y otros establecimientos prohíban la entrada de niños, y se enfrentó a respuestas divididas.
“Hoy, los cafés y restaurantes populares en Instagram e incluso las bibliotecas públicas se han convertido en ‘zonas prohibidas para los niños’”, dijo Yong durante su mientras cargaba a su hijo de 23 meses en brazos. “Debemos abolir estas zonas comenzando con lugares públicos. Hay tantos casos en los que estos lugares públicos adoptan las reglas sin motivos razonables, incluida la Biblioteca Nacional de Corea”.
Las zonas prohibidas para niños comenzaron a aparecer en Corea del Sur hace aproximadamente una década, en el contexto de los informes de las redes sociales sobre el comportamiento inapropiado de los padres en los restaurantes. Sin embargo, expertos sugieren que reflejan “persistentes expectativas de género hacia la crianza de los hijos”, debido a que la sociedad surcorena espera que las mujeres los críen.
Corea del Sur tiene alrededor de 500 zonas prohibidas para niños, sin incluir los espacios donde los niños normalmente están prohibidos, como bares y clubes nocturnos, según una estimación del Instituto de Investigación de Jeju, un grupo de expertos. Según una encuesta realizada por Hankook Research en 2021, el 71% de los encuestados creía que los dueños de negocios tenían derecho a adoptar «zonas sin niños» en sus lugares. Solo el 17% dijo que la existencia de la política era «inaceptable».
Los partidarios dicen que los dueños de negocios tienen derecho a controlar su ambiente, e incluso, las empresas con zonas prohibidas para niños responden que están ofreciendo a los padres un descanso y quizás incluso haciendo que la crianza de los hijos sea más manejable. Los opositores dicen que estigmatizan a los niños y les niegan el derecho básico a existir en el espacio público. Además, algunos lugares también han intentado prohibir a las personas mayores, lo que provocó un debate acalorado en línea.
El debate aborda preguntas más amplias sobre quién es responsable de cuidar y, en ocasiones, tolerar, a la próxima generación. En Corea del Sur este asunto especialmente relevante ya que el debate nace después de que algunos legisladores pertenecientes al opositor Partido Democrático de Corea propusieran recientemente un proyecto de ley que apunta a abolir todas las “zonas sin niños” en la isla de Jeju.
“La vida con un niño no es fácil. Pero aún así, tenemos que recrear una sociedad en la que podamos coexistir con nuestros hijos”, remarcó la legisladora.
El año pasado, Corea del Sur tuvo una tasa de natalidad de 0.78, según cifras del gobierno. Muchas parejas jóvenes en el país están optando por no tener hijos debido a los crecientes costos del cuidado de los niños y la vivienda, la escasez de trabajo y la creciente ansiedad por el futuro. Durante años, el gobierno ha ofrecido incentivos como subsidios mensuales por valor de cientos de dólares a familias con niños, pero no ha logrado abordar adecuadamente la crisis demográfica.
Además de deshacerse de las zonas de no niños, la legisladora también planea introducir una legislación que permitiría a los niños y sus familias para evitar filas en lugares como museos y parques de diversiones.