Patricia Azuara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Hace cinco años asesinaron al periodista Héctor González Antonio, crimen que aún no se esclarece.
Solo hay un detenido, sin sentencia.
La madrugada del 29 de mayo de 2018, tres sujetos lo golpearon y lapidaron hasta acabar con su vida y dejaron el cuerpo inerte a un costado de un lote baldío cerca de su domicilio.
La mañana de aquel día comenzaron a circular algunas fotografías sobre el cuerpo de un masculino sin vida en la colonia Estrella, en Ciudad Victoria.
El rostro desfigurado de González Antonio impidió que sus compañeros lo reconocieran. Mientras su familia lo buscaba desesperadamente por la ciudad.
Originario del Estado de México, Héctor González Antonio llegó a la Capital de Tamaulipas 14 años antes del lamentable suceso que enlutó nuevamente el periodismo en México.
Trabajó en diversos medios locales, entre ellos El Diario de Ciudad Victoria y su última labor la desarrolló como corresponsal del periódico El Excélsior y Grupo Imagen.
Héctor fue muy querido entre el gremio tamaulipeco, que en poco tiempo lo arropó.
Su objetividad y profesionalismo lo llevaron rápidamente a colocarse como uno de los mejores reporteros de la zona.
Bailador, risueño, buen amigo, amante de la lectura y de su trabajo. Héctor González amó Tamaulipas y hasta el último suspiro fue completamente feliz, porque hizo lo que siempre soñó: ser reportero, lo repetía siempre a sus allegados.
SU MUERTE
La madrugada del 29 de mayo de 2018, tres sujetos habría cometido varios asaltos y Héctor fue su última presa, según la versión de la Fiscalía General del Estado, que finalmente tipificó el delito como homicidio calificado.
Al no responder su teléfono, sus padres, quienes tenían poco tiempo de vivir en Tamaulipas, salieron a buscarlo a los lugares donde acostumbraba pasar sus ratos libres.
Pero los esfuerzos fueron en vano, pues luego de varios recorridos por la ciudad decidieron volver a casa a orar para que apareciera con bien.
A media mañana, en redes sociales comenzaron a circular diversos comentarios sobre su asesinato, crimen que se dio a conocer alrededor de la una de tarde, a través de un comunicado oficial de la Fiscalía General del Estado.
La noticia se replicó por todo el país, y Tamaulipas nuevamente se colocó en la escena nacional e internacional por hechos violentos en contra de comunicadores.
GRITOS DE EXIGENCIA
Los gritos de exigencia de los reporteros de esta entidad no se hicieron esperar, y se realizaron algunas manifestaciones para pedir el esclarecimiento del caso y mayores garantías.
Sus restos descansan en un panteón del municipio de Ecatepec, en el Estado de México, lugar donde nació y creció.
Fue el segundo periodista asesinado en el arranque del gobierno del panista, Francisco García Cabeza de Vaca y al día de hoy, es un caso sin resolver.
En cinco años, la Fiscalía General del Estado sólo logró la captura de un presunto responsable, que se amparó y por ello retrasó el juicio que recientemente fue reanudado.
Se espera que en un lapso menor a dos meses sea sentenciado. Mientras, la investigación sigue abierta, pues hay dos personas más identificadas, pero están prófugos.
En el gobierno del panista, Francisco García Cabeza de Vaca, tres periodistas fueron asesinados violentamente: Carlos Domínguez, apuñalado, Héctor González Antonio, golpeado y lapidado y Antonio de la Cruz, murió acribillado junta a su hija.
En el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, Tamaulipas ocupó el quinto lugar a nivel nacional en agresiones a periodistas, según un informe de Artículo 19.
El Gobierno mexicano reportó un total de 260 periodistas asesinados en los últimos tres sexenios; 68 de ellos durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador, que comenzó el primero de diciembre de 2018.