diciembre 13, 2024
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Abandonaron el Laboratorio Ambiental

junio 2, 2023 | 744 vistas

Alfredo Guevara.-

Así como se derrumbaron las esperanzas de la población que confió en el gobierno de los “vientos del cambio”, en esa condición se encuentra el plafón que cubre el techo laminado del Laboratorio Ambiental Tamaulipas; a punto de caerse.

Inundado de hierba y maleza, con grietas en sus paredes, sin electricidad, vidrios rotos, material obsoleto, ha permanecido durante los últimos seis años.

A lo largo de la administración del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, simple y sencillamente no se le destinó al Laboratorio Ambiental Tamaulipas un solo peso del presupuesto, de cada uno de los seis años de ese gobierno.

Por consecuencia, tampoco ingresaron recursos al Laboratorio por el pago de pruebas para realizar el análisis de la calidad del agua.

El Laboratorio Ambiental se encuentra antes de cruzar la vía, en el tramo de la antigua carretera Ciudad Victoria-municipio de Llera, al sur de la Capital del Estado.

ASÍ INICIÓ EL LABORATORIO

Se construyó a iniciativa del entonces gobernador Américo Villarreal Guerra, aunque lo inauguró Manuel Cavazos Lerma al inicio de su gobierno.

Con la infraestructura que estaba, se tenía capacidad para realizar de 300 a 500 pruebas, en condiciones laborales de un 70 a un 80 por ciento de trabajo, pudiéndose obtener una recaudación por el análisis de la calidad del agua de hasta diez millones de pesos al año.

Por el descuido de las áreas como el abandono en que se incurrió durante los últimos seis años, sólo ingresaron 70 muestras para su análisis en ese periodo.

El Laboratorio Ambiental Tamaulipas depende de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), del Gobierno del Estado.

En el gobierno de Cabeza de Vaca fue titular de esa dependencia Gilberto Estrella Hernández.

Y aunque Roberto Salinas ocupó la Subsecretaría de Medio Ambiente por espacio de algunos meses, finalmente Sergio Arturo González Miranda terminó como titular de esa dependencia en la anterior administración estatal.

NO LE DIERON IMPORTANCIA

Pudiera decirse que el titular y el tercero de los mencionados no le dieron la importancia ni valor al Laboratorio Ambiental.

Por el contrario, lo que ocasionaron fue que la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) le suspendiera el permiso para realizar el análisis de pruebas para valorar la calidad del agua.

En este Laboratorio, propiedad del Gobierno del Estado y dependiente de la Seduma, se analizan tipos de agua residual, potable, superficial o de pozo.

Las muestras que ingresan son de particulares, es decir, de vecinos de los alrededores donde se encuentra el Laboratorio que tienen pozos profundos para obtener agua, quienes llevan el líquido para que tras el análisis se determine la calidad, si es buena para riego, consumo de animales u otros usos.

De los 18 empleados, la titular del Laboratorio es Blanca Isela Martínez Cuellar.

ESTABA ACREDITADO

En una plática con El Diario dio a conocer que en su momento el Laboratorio tenía acreditación por la Entidad Mexicana de Acreditación y la aprobación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para realizar análisis de la norma 001 y 002 para industrias.

Con la Conagua se ha trabajado en proyectos binacionales, con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua e incluso, la Comisión Internacional de Límites de Agua (CILA), entre Estados Unidos y México.

Por las condiciones en que dejaron el equipo, los insumos, e infraestructura para servicios analíticos a través de ensayos fisicoquímicos y bacteriológicos, no se está trabajando.

Aparte del análisis de las muestras del agua, el Laboratorio Ambiental también ha trabajado con suelos, “pero lo fuerte y para lo que se tiene acreditación, es del agua”.

El Laboratorio Ambiental cumplirá el lunes cinco de junio 30 años de haberse construido en esta Capital.

DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE

Ese lunes se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente.

Para ello, los trabajadores del Laboratorio realizan un magno esfuerzo, con el objeto de mejorar las condiciones en que les heredó la anterior administración las instalaciones, con el objeto de atenderlas y mostrarlas a estudiantes que acudirán el próximo lunes de una mejor manera.

De acuerdo con la Directora del Laboratorio, se necesitan alrededor de 30 millones de pesos para equipo, dar mantenimiento, capacitación al personal y mejorar la infraestructura del edificio que durante los seis años de la anterior administración estatal generó daños.

La idea es empezar a trabajar por etapas.

Por lo pronto se dispone de un presupuesto de dos millones de pesos que se van a utilizar para la compra de reactivos, mejorar la infraestructura y que de esa forma, empiece a producir y de los primeros frutos, tras poco más de seis años de abandono.

Al mismo tiempo se buscará realizar las adecuaciones y reforzar lo que hace falta en infraestructura.

Parte fundamental del trabajo, estriba también en la recuperación de la certificación, con el objeto de que las demás empresas que lleguen a ingresar sus estudios tengan la validez el resultado de las pruebas y análisis y se den por enterados de la calidad del agua.

HAY ESPERANZAS

La certificación no está cancelada, pero sí suspendida por cuestiones administrativas.

De hecho, la próxima semana se sostendrá una reunión en la Ciudad de México con representantes de la Entidad Mexicana de Acreditación, donde se buscará dar seguimiento al trámite, en espera de que en el resto del año se reactive.

Martínez Cuellar mostró confianza de que a inicios del 2024, el Laboratorio Ambiental Tamaulipas esté en condiciones de volver a recibir muestras para medir la calidad del agua.

Posterior a ello, lograr la aprobación de la Conagua para empezar a trabajar, como se venía haciendo, hasta antes del 2016.

Actualmente, al entrar al Laboratorio es deprimente observar las condiciones deplorables en que se encuentra en plafón que cubre el techo laminado de este edificio.

 

Las instalaciones eléctricas, en áreas en las que ni siquiera encienden los focos.

Las grietas que están a la vista en paredes, ventanas sin cristales, lámparas sin pantalla, sanitarios en malas condiciones y otra serie de aspectos que dejó como herencia, los pregoneros de un gobierno que se autodefinió como de los “vientos del cambio”, están a la vista.

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