Francisco Ramos Aguirre.-
La vocación agropecuaria, el reparto agrario y sobre todo las condiciones naturales de Tamaulipas propiciaron la apertura de planteles escolares para la formación de profesionistas relacionados con la agricultura y ganadería.
Los primeros intentos surgieron durante el auge de las haciendas a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando algunos capitalistas, entre ellos el coronel Manuel González, propietario de la Hacienda de Tamatán, propuso una escuela para formar mayordomos.
En la década de los veinte del siglo pasado, durante el naciente período posrevolucionario, correspondió al general César López de Lara crear la primera Escuela de Agricultura del noreste mexicano. La sede era el antiguo casco de la Hacienda de Tamatán, donde docenas de estudiantes cursaron materias impartidas por catedráticos, algunos de ellos de alta especialidad académica procedentes de Europa.
Posteriormente, Emilio Portes Gil retomó el proyecto y dicho plantel se convirtió en Escuela Central Agrícola Campesina y Escuela Normal Rural.
Para entonces en el municipio de Victoria y otras comunidades cercanas existían numerosos hatos de ganado bovino, principalmente lechero, para cubrir la demanda y abastecimiento de los pobladores de aquella época.
Posteriormente surgieron establos de ordeña de variadas proporciones, algunos de ellos eran propiedad de Jesús Rodríguez, Juan Salinas, Felipe Pérez Garza, Arturo Lerma, Justo Robles y otros productores.
En medio de todo esto, en Victoria empezaron a ejercer la profesión algunos veterinarios venidos de otras entidades. En 1920, el Departamento de Fomento del Gobierno del Estado creó la Sección Pecuaria y designó como jefe al médico veterinario Alfonso Gracia Medrano para que impulsara el desarrollo de la ganadería.
A la misma dependencia perteneció el médico veterinario Leopoldo Delgadillo, nombrado en 1922 Jefe Regional de la mencionada dependencia en Tamaulipas. Su estancia debió ser temporal, porque radicaba en el Hotel Bristol de Mansur y Lerma, entre las calles Hidalgo y Nuevo León.
En 1932 laboraba de maestro en la Escuela Central Agrícola de Tamatán el médico veterinario Daniel Marín Vergara, quien se involucró en algunos problemas de carácter administrativo.
Para 1956 el doctor Crecencio Saldaña Bolaños, egresado de la Escuela Veterinaria de la UNAM, anunciaba sus servicios profesionales para el ramo ganadero en un consultorio de la calle Juárez 14 y 15. Años atrás llegó a Victoria el veterinario Antonio Gallardo Rubio, quien instaló su consultorio en céntrica calle.
En este contexto, las condiciones resultaban adecuadas para fundar una escuela veterinaria en la Capital tamaulipeca. Más todavía, la joven Teresa Treviño Manzo, hija del gobernador Norberto Treviño Zapata, manifestó su interés por esta carrera universitaria debido a su afición a la charrería y particularmente a la equitación.
Así las cosas, el dominio público señalaba que gracias a ella se creó dicha institución. Sin olvidar la influencia que tuvieron otros protagonistas como el ingeniero Jorge Bello López, presidente de la Unión Regional Ganadera de Tamaulipas y el ingeniero Rudecindo Montemayor.
Después de visitar varios lugares, fue asignado como sede de la escuela veterinaria el Centro de Fomento Ganadero, recientemente creado en la estructura de gobierno estatal “treviñista.”
El predio, de alrededor de diez mil metros cuadrados, donde se encontraba la antigua Quinta Cuéllar, propiedad del general Rómulo Cuéllar, comprende la calle 19 y Guadalupe cerca del Paseo Méndez. Con esfuerzos y adaptaciones arquitectónicas se acondicionó la dirección, un salón de clases, laboratorio y área de prácticas.
Luego de algunos meses de estudios pertinentes sobre la elaboración de planes y programas académicos, y con base en la experiencia de la Escuela Veterinaria de la UNAM, la mañana del martes 17 de septiembre de 1957 el gobernador Norberto Treviño Zapata inauguró la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, acompañado por el rector de la Universidad de Tamaulipas, doctor Rodolfo Gil Zayas, y diversos funcionarios, entre ellos Emilio Villarreal Guerra.
Por la tarde a las 18 horas, también se inició la operación de la nueva Escuela de Trabajadoras Sociales.
La primera plantilla de maestros fundadores la componían el director Crecencio Saldaña Durán (Xicoténcatl, Tam. 1923-Ciudad Victoria, Tam. 1977) y los veterinarios Carlos H. Villarreal Galván, Antonio Gallardo Rubio, Fernando Jurado Mendoza, Francisco Jassi Medina, Néstor Morales Camacho, Pascual Xicoténcatl Lara, Isidro Morales, Luis Flores Flores y otros profesionistas que impartieron clases de acuerdo a su perfil de químicos, doctores, ingenieros y radiólogos.
Rápidamente la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de Tamaulipas se perfiló como uno de los proyectos de mayor relevancia entre las políticas educativas del Gobierno del Estado.
Las expectativas que se vislumbraron al momento creación habrían de cristalizarse gracias al enorme profesionalismo, disciplina, rigor académico, compromiso y responsabilidad de los primeros los maestros; así como de las generaciones fundadoras.
Sin lugar a dudas, desde los primeros años la carrera tuvo un impacto social en el ámbito de la economía pecuaria y salud pública de los tamaulipecos. En pocos años, el plantel se convirtió en uno de las mejores del país a la altura de la Escuela de Veterinaria de la UNAM.
Todos estos factores ayudaron para que se le considerara referente de los estudios veterinarios y zootécnicos en el continente latinoamericano. Para la década de los setenta, se habían inscrito en el plantel victorense numerosos alumnos de Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Costa Rica y otros países.
Además, contaba con un Plan de Estudios de cinco años acorde a las especificaciones educativas de ese tiempo: Anatomía, Fisiología, Histología, Química Biológica, Microbiología, Parasitología, Bromatología, Zootécnica General, Virología, Inmunología, Nutrición Animal, Patología, Técnica quirúrgica, Farmacología, Enfermedades Infecciosas, Clínicas: canina, porcina, ovina, caprina, aves, equina; Economía Pecuaria, Obstetricia e Inseminación Artificial, entre otras materias.
De los cinco alumnos inscritos en la primera generación -Rafael Almaguer Morales, René Bautista Gómez, Luis Tomás Jácquez López, Carlos Terán Montelongo y Mateo Velázquez Proa- para la década de los sesenta la matrícula se incrementó considerablemente.
Una de las prioridades del gobierno del licenciado Praxedis Balboa Gójon (1962-1969), consistió en impulsar el acondicionamiento físico y construcción de nuevos edificios para las facultades de la Universidad de Tamaulipas; entre ellas la Facultad de Medicina Veterinaria que durante 1967 se trasladó al nuevo edificio del Campus Universitario Victoria, donde también se construyeron en diferentes períodos las facultades de Comercio y Administración, Agronomía, Derecho y Ciencias Sociales, Ciencias de la Educación y Humanidades, Gimnasio Mutidisciplinario y Estadio Eugenio Alvizo Porras.
El Porvenir/Monterrey, Nuevo León/6 de mayo/1920; La Raza/Ciudad Victoria, Tam./1922; El Gallito, Ciudad Victoria, Tam.,/21 julio/1932; El Heraldo de Victoria, Ciudad Victoria, Tam.,/26 de agosto/1956; El Heraldo de Victoria/17 de septiembre/1957; LXII Aniversario de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootencia 1957-2019/Vicente Lettiery García; Anuario 70/Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia/1970/Alma Freymann Gómez.
