Francisco Ramos Aguirre.-
Generalmente la presencia de médicos veterinarios durante la primera mitad del siglo XX en Ciudad Victoria fue de carácter provisional o transitorio. En parte la estancia obedecía a su intervención temporal en programas nacionales relacionados con algunas campañas sanitarias y fomento pecuario del Gobierno federal.
Por ejemplo, el combate a la fiebre aftosa “El Rifle Sanitario”, rabia canina, garrapata, brucelosis y otras enfermedades.
Todo indica que durante las primeras décadas de la centuria pasada la necesidad de veterinarios en Tamaulipas estaba aparejada con el notable desarrollo pecuario y las enfermedades infecciosas del ganado bovino, caballar, porcino y caprino.
Además de las pequeñas especies, perros, gatos y otras mascotas. Para cubrir dicha demanda, uno de los primeros esfuerzos se realizó en 1920, cuando el Gobierno del Estado otorgó a un estudiante victorense una beca económica para cursar la carrera en la Ciudad de México.
De aquel entonces, recordamos al médico veterinario José Antonio Gallardo Rubio (Santo Domingo, San Luis Potosí/1911), egresado de la Universidad Nacional de México.
Arribó a la Capital tamaulipeca procedente de Músquiz, Coahuila, para participar en las brigadas de erradicación de la Fiebre Aftosa promovidas en 1946 por la Secretaría de Agricultura y Ganadería. En 1952, anunciaba sus servicios profesionales en el periódico El Heraldo de Victoria en su domicilio familiar de la calle Morelos y Tres. Años más tarde, recibió el nombramiento de Jefe del Centro Fomento Avícola de Tamatán.
Él y otros prestigiados veterinarios que para entonces radicaban en Victoria, fueron los indicados para integrarse de maestros a la Facultad de Veterinaria recién fundada en 1957.
Así las cosas, el nuevo plantel mantuvo entre sus mentores a destacados profesionales en la práctica y conocimientos sobre animales. Una vez constituida y cubierta la plantilla de personal, la escuela empezó a desarrollar su propia dinámica administrativa, docente y estudiantil.
En septiembre 29 de 1958, los miembros de la primera Sociedad de Alumnos enviaron un oficio al gobernador Treviño Zapata, informándole los pormenores de quienes integraban dicha organización, electa ante la presencia del doctor Saldaña.
La planilla estaba conformada por el presidente Carlos Terán Montelongo; vicepresidente Claudio Garza Medina; secretario Vicente Lettiery García; tesorero Rafael Almaguer Morales; Prensa y Propaganda, Mateo Velázquez; Relaciones Exteriores, Ramón Bautista Gómez.
Otra de las peticiones que se turnó al gobernador de Tamaulipas fue diciembre de ese año, relacionada con el capitán Abdón Trejo Nava, jefe de la Policía Rural, a quien solicitaban sus servicios para impartir una clase de equitación y manejo de los animales, dentro del Programa Auxiliar de la carrera de Médico Veterinario. Desde su formación estudiantil militar, Trejo aprendió todo lo relacionado con el manejo de caballería.
En ocasión del 30 aniversario de la Facultad de Medicina Veterinaria Norberto Treviño Zapata, reconoció en uno de sus discursos que durante su gestión de gobierno promovió la apertura de preparatorias y diversas facultades: “En 1957 en ese primer año, mi gobierno otorgó a la Universidad un subsidio de cien mil pesos anuales y se fue aumentando hasta alcanzar un millón 250 mil pesos en 1962. El subsidio inicial del Gobierno federal fue de cien mil pesos anuales en 1957; fue aumentando hasta llegar a 250 mil pesos en 1962.” Las estadísticas también señalan que durante el año mencionado la Universidad de Tamaulipas tenía 254 alumnos. Para 1962 aumentó a 964 estudiantes y 191 maestros.
Es evidente que en el conjunto de facultades y escuelas, la recién creada Universidad de Tamaulipas pasaba por momentos económicos complicados. A pesar de ello, el gobernador Treviño Zapata aumentó el presupuesto a los planteles y generó las bases para su crecimiento.
Mientras tanto, algunos protagonistas de la opinión pública, por ejemplo, el profesor Jesús Ornelas Zavala, opinaba que para que los alumnos salieran mejor preparados en sus carreras, era necesario que los catedráticos obtuvieran mejores sueldos para cumplir mejor con su responsabilidad.
EL GOBIERNO DE PRAXEDIS BALBOA GÓJON
El arribo del licenciado Praxedis Balboa Gójon al Gobierno de Tamaulipas incrementó las expectativas no solo sobre el futuro de la Universidad, y en consecuencia de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
En cuanto a la primera, vale decir que su experiencia en el campo legislativo y autoridad en derecho laboral en tiempos políticos de Emilio Portes Gil, sirvieron de enorme utilidad para constituir un código jurídico institucional referente a la Ley Orgánica de la Universidad de Tamaulipas y el Estatuto Jurídico de los trabajadores al servicio del Estado.
Respecto a la Facultad de Veterinaria, una de las prioridades se relaciona con la construcción de nuevo edificio, inaugurado el 18 de junio 1965 en el marco de la Reunión Nacional de Directores de Escuelas de Veterinaria en el país.
Las instalaciones -aulas, laboratorios, sala de disecciones, oficinas, estacionamiento y auditorio fueron puestas en operación el 16 de septiembre de 1966. Con ello se cerró una importante etapa para cientos de jóvenes estudiantes, quienes deseaban una oportunidad laboral para demostrar sus capacidades en el contexto de sus conocimientos.
Así las cosas, la generación correspondiente al ciclo escolar 1964-1969 se reconcentró en el ámbito escolar durante una de las épocas más destacadas en la historia de la escuela de veterinaria. Fueron ellos y sus colegas contemporáneos a quienes correspondió vivir la experiencia del movimiento y lucha estudiantil por la autonomía universitaria, iniciado en Tampico.
De aquella generación formaron parte Antonio Puga Hernández, Luis Charles Jiménez, Lauro Salazar Martínez, Jorge Chapa Teniente, Alfonso Terán, Héctor Gójon de la Garza y otros estudiantes quienes más tarde impartieron cátedra en su Alma Mater.
La Facultad de Veterinaria se convirtió también en un referente para la cultura. Cerca del edificio principal, el pintor y muralista altamirense José Reyes Meza, plasmó en 1967 un mural realizado en mosaico bizantino que actualmente forma del patrimonio artístico de la localidad.
Como parte del apoyo para el sostenimiento de los planteles de la UT, el Congreso del Estado aprobó el 30 de marzo de 1966 el Decreto 14, mediante el cual se instituye un impuesto extraordinario de cinco por ciento para el fomento de la educación universitaria.
Con ello, se incrementó considerablemente el rubro financiero que se contaba en ese tiempo. A partir de los años setenta, pasaron a formar parte del cuerpo académico y docente de la Facultad de Medicina Veterinaria los doctores: Ramón Ballina Salinas, Alfonso Garza Narváez, Florentino González Villarreal, Manuel Martínez Arteaga, Francisco Jassi Medina, Horacio Guerra Ramírez, Norberto Gutiérrez Núñez, Néstor V. Morales Camacho, Miguel Salazar Licea, Juan Carlos Yeverino Fonseca y otros.
(Oficio 228/dirigido al gobernador Norberto Treviño Zapata/Escuela de Medicina Veterinaria/diciembre 5 de 1958/firmado por Crescencio Saldaña -director- y Carlos H. Villarreal -Secretario-; El Diario de Ciudad Victoria/5 de abril de 1957; Periódico Oficial de Tamaulipas/marzo 30/1966; Dr. Norberto Treviño Zapata. El Método Clínico en la Práctica Política/Luis Roberto Botello Suárez/UAT/2016; Anuario 70/Alma Freyman Gómez/1970.)