Agencias.-
En 1989, Sara María Aldrete Villarreal fue acusada de inhumación y exhumación de cadáveres, profanación y homicidio de 13 personas. Actualmente se encuentra privada de su libertad. Está en el penal de Tepepan, en Xochimilco, luego de haber estado en cárceles de Nayarit y Morelos.
A más de tres décadas de iniciar su condena, Sara se considera una víctima y con el fin de hacer pública su versión de lo acontecido hace 34 años, aceptó formar parte de la serie documental La narcosatánica, que estará disponible a partir del 13 de julio por HBO Max.
Creada y dirigida por Pat Martínez, el proyecto contrapone tres voces, el fin es dar a conocer los hechos y que el espectador se cree su propio juicio. “El contenido de la serie documental está dentro de un formato de entrevista apoyada con un seguimiento de personaje”, dijo la creadora de la producción.
“Entré en distintos momentos a prisión y se escogieron tres líneas narrativas, que son las tres versiones principales que existen de la historia. La entrevista con Sara es el hilo conductor, su versión como protagonista de la historia como parte de una secta de narcosatánicos, ella fue quien lo vivió y quien es señalada como la mano derecha de este culto”, afirmó.
“La segunda versión es toda la prensa, que en su momento fue muy amarillista, muy gráfica, que tiene esta versión de horror, de terror que lo subió al grado de morbo, y la tercera versión es la de las autoridades, como está involucrado un norteamericano en un asesinato estuvieron autoridades americanas y el fiscal del caso de ese momento, Federico Ponce Rojas”, agregó la directora.
Aldrete estuvo relacionada con un grupo criminal, quienes se dedicaban al narcotráfico y supuestamente a realizar sacrificios humanos y rituales satánicos. Fue en esa secta en donde la originaria de Matamoros, Tamaulipas, conoció a Adolfo, líder del grupo que ejecutaba distintas prácticas de santería, además de ser traficante de drogas.
Ambos eran conocidos como “El brujo” y “La madrina”, respectivamente. “El principal objetivo de Sara de participar en el documental es que se visualice su caso porque ¿cómo puedes declarar una sentencia si no hay pruebas contundentes?, fue una especie de montaje. Hay tortura dentro de esta historia”, comentó Pat Martínez.
De acuerdo con la directora, Sara Aldrete, de entonces 22 años, quiso seguir una religión y se envolvió en un mundo del que ya no pudo salir. “Una de las cosas que más me impresionó desde el principio es la resiliencia que tiene Sara, es una mujer de mucho carisma”, comentó Claudia Fernández, Gerente Senior de Desarrollo de Warner Bros. Discovery, México.