Patricia Azuara
Desde hace 20 días, llegó a Ciudad Victoria, la tradición de los organilleros y los victorences pueden disfrutar de una las ocho melodías que tiene este instrumento musical.
Uno de los tres organilleros, Guadalupe López, reveló que año tras año se quedaban solo un día en esta ciudad y continuaban su camino hacia la frontera. Sin embargo en esta ocasión no fue así y su estadía en Victoria se ha prolongado.
Mencionó que el recibimiento de los victorences ha sido bueno a pesar de que no a todas las personas les gusta la música que suena desde el órgano.
Ademas dijo, que el equipo musical también sufrió los estragos de las altas temperaturas y afectó el volumen del sonido.
«Como le digo ahorita el aparato como que ya anda fallando. El calor de Ciudad Victoria esta sabroso. uchas de las veces las personas piensan que su profecion es fácil sin embargo su instrumento pesa al rededor de 55 kilogramos aproximadamente».
Recordó que cuando llegaron a la capital tamaulipeca algunos victorence les temían porque pensaban que eran agentes de transito, por sus uniformes.
Guadalupe López viene de la Ciudad de México, acompañado de su esposa y su hermano.
Se encuentran en el 8 y 9 Bulevard Praxedis Balboa todos los días para deleitar a los victorences con sus melodías mientras solicitan entre los carros una remuneración económica «de lo que sea su voluntad de corazón»