Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Entre el precio de garantía y los costos de producción del maíz existe una diferencia de casi 30 mil pesos por hectárea, que no se recupera aún comercializándose toda la cosecha que se levanta, aseguró Perfecto Solís Alanís, ex presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos.
Y es que aun cuando hay un déficit importante en el país de este grano, actualmente se paga la tonelada de maíz a unos dos mil pesos, cuando el costo de producción, es decir, lo que se invierte para levantar una cosecha por hectárea, oscila entre 28 y 32 mil pesos.
Sin embargo, quienes se dedican a la siembra de este cultivo difícilmente se dedicarán a otra cosa, incluso a cambiar de producto, toda vez que sus tierras por vocación son maiceras, es lo único a lo que se dedican y hay un déficit en el país, sobre todo de maíz amarillo, precisó.
“No es fácil tomar una decisión de ese tipo y la única forma de que los productores dejen de cumplir con una obligación histórica, como lo es dejar de sembrar, es que haya una desatención o desinterés de los responsables de la política agropecuaria en el país”, aseveró.
Solís Alanís confirmó que el precio por la tonelada de maíz es de dos mil pesos, cuando el costo de producción oscila en los 28 y 32 mil pesos por hectárea, apegados a la rigurosa y escrupulosa realidad, “que la ponen los costos de la gasolina, diésel, semilla, fertilizante, insecticidas, herbicidas, entre otros insumos”.
Declaró que los productores que se dedican a la siembra de maíz han estado prácticamente trabajando en el campo sólo para vivir, porque la agricultura como cualquier otra empresa, “todo mundo le pone una depreciación y se lo cargan al costo, pero los productores no tienen a dónde trasladar el suyo”.
Por esta y otra serie de factores, consideró que poco más de cuatro mil hectáreas se han dejado de sembrar, entre estos, falta de vocación de quienes intentaron y no les fue rentable, aunque en las últimas fechas ha sido por falta de agua.
Pese a todo lo anterior, citó que el productor mantendrá al maíz como su principal cultivo y aunque la diferencia es muy grande entre el precio por tonelada y los costos de producción, se mantendrán en la actividad como ha sido históricamente.
