Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Las áreas destinadas para la siembra de diversos cultivos, en zonas de riego o de temporal, se han reducido, sobre todo en los últimos años, por la prolongada ausencia de precipitaciones pluviales y el cambio climático, confirmó Perfecto Solís Alanís.
Y se han reducido también por el crecimiento demográfico de las ciudades, por falta de vocación de quienes iniciaron en esa actividad, pero tuvieron que dejarla porque no les fue rentable, o bien, de la agricultura dejaron áreas para la ganadería, confirmó el ex presidente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Tamaulipas.
Lo más grave es que dentro de esta superficie la que se destina para la siembra de cultivos básicos como el maíz, sorgo, trigo y otros han disminuido en tierras ubicadas en zona de temporal, pero en distritos de riego como el 026, en aproximadamente cuatro mil hectáreas.
“Se ha venido a agravar en los últimos años por la ausencia de lluvias, no ha llovido como se esperaba y aunado a las elevadas temperaturas ocasionadas por el cambio climático, la superficie de siembra se ha reducido por esas causas”, aseveró.
Aparte de ello, Solís Alanís consideró que también ha influido una falta de sensibilidad por parte de las autoridades federales, quienes no han incentivado al productor, además de que no establecen mecanismos que le permitan al productor hacer rendir más el agua en algunos distritos.
Citó que hay lugares en donde si bien se usa el agua para el riego de los cultivos, se sigue regando con mangueras, cuando bien podría ser a través de tuberías para obtener un mejor aprovechamiento del líquido que se extrae de las presas.
“Lo hemos hecho en algunas zonas y hemos logrado un aprovechamiento del cien por ciento en el uso del agua, pero necesitamos que se motive al productor”, sostuvo el ex líder de la CNC en Tamaulipas.
Desafortunadamente, señaló que ante la falta de apoyos por parte de las instancias de gobierno y el impacto del cambio climático, reflejado en una ausencia de precipitaciones pluviales, mejores precios de garantía y otros aspectos, el productor ha preferido dejar de sembrar y dedicarse a otra actividad más redituable.