Rogelio Rodríguez Mendoza
El gobierno de Texas está decidido a todo, incluso a violar derechos humanos, para frenar el ingreso ilegal de migrantes a través del río Bravo.
Además de la instalación de alambres de púas y boyas al centro del caudal, para inhibir el cruce de personas, los agentes de la Patrulla Fronteriza han sido instruidos hasta para empujar al agua a niños migrantes para que regresen a suelo mexicano.
Así lo revela una publicación del diario The Houston Chronicle, que da cuenta de correos electrónicos de un agente del Departamento de Seguridad Pública, en los que se expusieron el trato inhumano a los migrantes en la iniciativa de seguridad fronteriza del gobernador, Greg Abbott.
Según las comunicaciones a las que tuvo acceso el citado medio, el agente presenció y describió acciones “inhumanas”, incluyendo la orden de empujar a niños pequeños y bebés lactantes de regreso al río Bravo y la negación de agua a solicitantes de asilo incluso en condiciones extremas de calor.
En uno de los correos se narran incidentes previamente no reportados, los cuales apuntan a que en las zonas del río por donde pasan lo migrantes se instalaron alambre de púas y boyas. Esto ha obligado a las personas solicitantes de asilo a cruzar por donde el agua es más profunda e impredecible, con lo que aumenta las probabilidades de que se ahoguen.
Houston Chronicle destaca situaciones angustiantes, como el de una mujer embarazada atrapada en el alambre mientras sufría un aborto; una niña de cuatro años con agotamiento por calor; y un adolescente que se rompió la pierna al intentar sortear el agua alrededor del alambre.
Según lo informado por el periódico de Hearst Communications, los incidentes y lesiones provocadas por el alambre de púas han aumentado en las semanas recientes.
Por ejemplo, el 30 de junio los agentes de la guardia fronteriza encontraron a un grupo de personas junto a la alambrada, entre ellas una niña de cuatro años. La menor intentó cruzar el alambre de púas, pero fue empujada hacia atrás por los soldados “debido a las órdenes que se les habían dado”.
“El agente del DPS escribió que la temperatura era de ‘más de 100 grados’ y que la niña se desmayó por agotamiento”, reporta Houston Chronicle.
Los incidentes detallados en los correos electrónicos del agente también arrojan luz sobre una serie de ahogamientos en el río Bravo.
En otro correo electrónico, el agente solicita cambios en las políticas para mejorar la seguridad de los migrantes, incluyendo la eliminación de las trampas de alambre y la revocación de la orden de negar agua.
Afirma: “Creo que hemos cruzado una línea hacia lo inhumano”.
El portavoz del Departamento de Seguridad Pública, Travis Considine, negó al medio de comunicación la existencia de una política en contra de proporcionar agua a los migrantes, pero no comentó sobre el resto de la información contenida en el correo.
Estas revelaciones se producen mientras el gobernador Abbott intensifica los esfuerzos para bloquear físicamente el ingreso de migrantes al país a través de su iniciativa Operación Lone Star.
De acuerdo con Houston Chronicle, funcionarios federales de la Patrulla Fronteriza han expresado preocupaciones de que el alambre de púas esté impidiendo que los agentes lleguen a los migrantes en riesgo y aumentando el riesgo de ahogamientos en el río.
El correo electrónico del agente refleja estas preocupaciones, resaltando cómo el alambre obliga a los migrantes a adentrarse en tramos más profundos e inseguros del río.
Mientras tanto, el Gobernador ha defendido sus acciones, afirmando que son necesarias para asegurar la frontera.