Ernesto H. Salgado / Contacto – AMT
En arenas de la Playa Bagdad es común encontrar masas de chapopote, según lo muestra el señor Abraham Pineda, que informa de pescadores que sostienen en sus manos masas de crudo que en las aguas se enredan en las redes y que, por otro lado, pueden llegar a causar mortandad de la fauna marina en las aguas frente al litoral tamaulipeco, frente a la costa de Matamoros.
Ciudadanos ligados al sector pesqueros indicaron que desgraciadamente Petróleos Mexicanos (Pemex), lejos de reparar los daños que causa con sus derrames de crudo al Golfo de México, minimiza esta situación al afirmar que es normal y niegan la existencia de un derrame de hidrocarburos de grandes proporciones, como lo señalan varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s), entre las que destacan Greenpeace, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y el Centro de Investigación y Capacitación Rural, entre otros organismos.
Las organizaciones señaladas ven con suma preocupación la intención de negar hechos irrefutables y desatender los impactos que este tipo de desastres tienen en los ecosistemas marinos y en las comunidades que viven a lo largo de la costa del Golfo.
Señalaron que “la normalización de estos desastres lleva a la conclusión de que la situación es aún más grave de lo que parece. Queda presente el temor de que lo que hemos observado estas semanas es en realidad el modus operandi habitual de las petroleras de la región, lo que a su vez implica que el daño ambiental que se está perpetrando permanece deliberadamente oculto y sin remediar”.
Enfatizaron que esta forma irresponsable de operación no es normal ni se debe minimizar. Considerando el derrame en junio de Balam Tango Bravo, la explosión de la plataforma Nohoch Alpha y el derrame de Balam Tango Alpha, este es el tercer desastre de gran escala en una misma zona por parte de Pemex en unas cuantas semanas.