Agencias.-
Emilio Sánchez Tavitas, de 14 años, falleció en una alberca en Apodaca, Nuevo León.
Diferentes versiones rodean su muerte: tocó un poste con cables sueltos o intentó rescatar su celular y murió electrocutado.
La madre alega una descarga eléctrica por mala instalación y falta de mantenimiento en la alberca.
Exige justicia y acusa a la empresa del fraccionamiento de mentir.
Afirma que el teléfono era sumergible y no causó la muerte. Elementos de la Fiscalía inspeccionaron el lugar.
La familia denuncia ocultamiento de pruebas y corrupción en el proceso legal.