diciembre 12, 2024
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La Catedral: La Iglesia del Pueblo

agosto 17, 2023 | 571 vistas

Patricia Azuara.-

Desde la erección de la Diócesis hasta mediados de 1950, en Ciudad Victoria habitaban 40 mil personas que contaban con tres templos católicos destinados al culto:

1. La Parroquia de Nuestra Señora del Refugio, que en la fundación de Villa de Aguayo, era un pequeño jacal con techo de palma, que con el tiempo evolucionaría a un templo de material.

Esta iglesia fungió por muchos años como el templo principal, y que Don Ignacio Montes de Oca, Primer Obispo de Tamaulipas, recibe para albergar su cátedra, mismo templo que fue demolido para dar paso a la primera catedral de estilo gótico que se construiría en México.

2. El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en la Loma del Muerto, que en 1896, don Filemón del Fierro y Terán, Tercer Obispo de Tamaulipas, comenzó a construir para contrarrestar el escándalo suscitado por don Eduardo Sánchez Camacho, Segundo Obispo de Tamaulipas, al pronunciar su postura negativa frente a las apariciones marianas en el Tepeyac.

3. El templo era la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, ubicado en el centro histórico de la ciudad, en el último cuarto de la “calle real” (calle Hidalgo).

El templo comenzó su construcción el 23 de septiembre de 1889, era de una sola nave, con una torre campanario en el centro con su reloj, su fachada era de tres arcos con dos puertas en los extremos de acceso al atrio y su techo de dos aguas. En él se daba culto muy especial al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen del Carmen.

LA CATEDRAL ES DE VICTORIA

Y DE LOS VICTORENSES

Por iniciativa del entonces capellán de dicho templo, el presbítero Alberto Santiago de León y un importante número de fieles se emprendió una serie de actividades para la construcción de un nuevo templo.

Se procedió a integrar el Comité Pro-Construcción del templo, que fue integrado por don Jacobo Martínez González como presidente; don José M. Zorrilla, vicepresidente tesorero; don Francisco Casas Saucedo y a don Juan Guillermo Mansur, vocales.

Ellos convocaron a toda la sociedad victorense para que se integraran y colaboraran en diversas formas, por lo que se estructura el primer cuadro de la ciudad en: jefe de manzana, jefe de sección y de zona, así como otros subcomités que desde un principio elaboran un plan de trabajo a desarrollar en los próximos tres años.

Las colectas domiciliarias fueron sumamente importantes, ya que las colaboraciones económicas eran desde $0.25 hasta el límite del donante, existían alcancías comerciales y se aceptaban prendas y útiles en donación, mismas que serían sorteadas o vendidas.

En entrevista para El Diario de Ciudad Victoria, el diácono asignado al Seminario de la Misión Parroquial del Señor de la Misericordia, Juan Carlos López Martínez, relató la historia de la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, y recordó algunas historias que se guardan las paredes de este importante templo.

 

Detalló que el dos de marzo de 1947 aparece el primer ejemplar mensual del órgano de información y difusión cultural del Comité pro-construcción “Nuestra Capilla”, estas publicaciones eran dirigidas por el Padre Alberto Santiago León, a quien se le debe en gran parte la reconstrucción de la iglesia, así como el entusiasta grupo “Don Bosco”.

“Además, aparecían los informes pormenorizados de la tesorería y todos sus movimientos, lo que le daba transparencia y solvencia absoluta al comité”.

Durante el mes de octubre de 1947 quedó terminado el proyecto para la construcción del templo, por lo que se gestionó la aprobación necesaria de la autoridad eclesiástica, con fecha de 21 del mes citado por el Excmo. Sr. Don Serafín María Armora, VI Obispo de la Diócesis de Tamaulipas.

“Un importante proyecto para aumentar la recaudación de donativos fue la rifa de un automóvil Chevrolet 1948, un refrigerador marca ‘Gibson’ y un radio receptor marca ‘Westinhouse’, sorteo efectuado el día siete de febrero de 1948; en los salones alianza”.

El nueve de marzo de 1948 se firmaron los documentos que dieron posesión sobre los predios que serían destinados a la ampliación de la parroquia. María del Refugio y Concepción Quintanilla eran las propietarias y por parte del comité don Jacobo Martínez González, presidente y don Juan Mansur en su calidad de vocal, acudieron además en su carácter de propietarios de otros solares, don Jesús M. Montemayor y su esposa.

“Todos eran asesorados por el Lic. Antonio Beltrán, testigo de honor el Padre Santiago; el Sr. Montemayor recibió la cantidad de $22,000.00; las Señoritas Quintanilla, cedieron los derechos de su propiedad para tan noble acción”.

El 21 de junio del mismo año, la Secretaría de Bienes Nacionales aprobó los planos de construcción para la nueva iglesia, por lo que se continúan las diversas actividades generadoras de fondos.

En ese entonces se organizaron: rifas, bailes, kermesse, venta de objetos, etcétera, recordó. Además, se pusieron a la venta los boletos de la segunda gran rifa de un Chevrolet 1948, el valor del número fue de $20.00, auto que se expone desde el mes de octubre en la agencia.

El 22 de noviembre de 1948 comenzó la primera fase de la demolición del antiguo templo. Se hizo en partes para continuar con la operación de las juntas, clases de los grupos y otros servicios.

Además, provisionalmente funcionaron las oficinas de la capellanía, la sacristía, la sala de juntas, bodega y las habitaciones del párroco.

El 31 de enero de 1949, el joven Luis González, dirigente del grupo “Don Bosco”, anunció que muy pronto se inauguraría el salón que servirá provisionalmente de capilla y una vez trasladado el culto, se procedería a la demolición del antiguo templo.

“El Obispo Don Serafín Ma. Armora, inauguró el centro social ‘Don Bosco’, con gran solemnidad se produjo la bendición de la capilla provisional, salón de actos y anexos, y abogó porque este gran inmueble sacro fuera consagrado al final del Año Santo de 1950”.

“El Padre Santiago trasladó desde la capilla vieja al Santísimo, dos monaguillos con incensario y campanilla precedían al Padre y todo mundo recibió, recogido y reverente, la llegada del dueño y nuevo Señor; siguió el Santo Rosario, el maestro Fidencio Lugo de León con su grupo coral, fue encargado de la parte musical”.

El responsable de la reconstrucción fue el Arquitecto, Enrique León de la Barra Santacilia, asesorado por el arquitecto Manuel Ortiz Monasterio, quien construyó el edificio de seguros La Nacional, el primer edificio alto de América Latina.   

El diez de mayo de 1949 se colocó la primera piedra del templo, y corrieron las invitaciones a toda la ciudadanía por anuncios radiofónicos y carro de sonido, anunciando que “La Iglesia es de Victoria y de los victorenses”.

“El maestro de obras Don Fidel Vázquez todavía andaba marcando el terreno para las zanjas de los muros de las tres naves cuando el Padre Alberto, revestido con sus ornamentos sacerdotales, se dirigió al lugar previamente determinado.

“Dentro de su mensaje a nombre del Obispo, agradeció a todas las personas y dijo que colocar la primera piedra era importante, pero sentar la última era primordial, en una obra que está llena de sacrificios y lágrimas y en nombre de Dios así lo hizo”.

Después de los rituales religiosos se depositó el acta con miles de firmas en la urna y cripta herméticamente cerrada, agregándose monedas, billetes y unas fotografías de la vieja iglesia que cierran su corta historia.

A continuación, recorrió el padre y los invitados de honor, los terrenos de cimentación para bendecirlos con agua lustral; así arrancó el proyecto diseñado por el arquitecto Enrique León de la Barra.

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