Patricia Azuara.-
Cd. Victoria, Tam.-
En toda ciudad son elementos indispensables para la población. Es un oficio-negocio en el que siempre habrá clientes.
Y hay de todo tipo.
Estéticas, peluquerías, barberías y hasta salones de belleza.
Cada uno tiene su estilo propio. Cada uno tiene un sello y eso marca la diferencia para la preferencia de los clientes.
Incluso, hasta en la comunidad más alejada siempre habrá uno de estos que hacen que la estética, la belleza y el aseo se conviertan en algo imprescindible entre la sociedad.
Se trata de aquellos que cortan el cabello.
Este día es el Día del Peluquero.
Casquete corto; casquete largo; despuntada; teñida; volumen. Cualquiera que lo que desee el cliente lo hacen y no les toma más de una hora por persona. Aunque el promedio son 30 minutos.
LA HISTORIA DE PATTY
Pero cada uno de estas personas que se dedican a darle forma a la cabeza de las personas tiene una historia.
Algunas son historias de vida, otras son simplemente historias comunes. Pero hay aquellas que hay que contar a detalle.
Una de ellas es la de Patty.
Desde niña tuvo muy claro lo que quería para su futuro; era, en su familia, la adolescente que le acomodaba el cabello a las tías y maquillaba a las mayores de casa, la prima que se la pasaba practicando las trenzas en la cabeza de quien se lo permitía y les untaba, también, las mascarillas de moda.
Su habilidad para mejorar la apariencia física a través de un peinado o al delinear el rostro llamó la atención de su madre, quien decidió inscribirla a un curso que el gobierno otorga gratuitamente.
Fue así como a los 16 años tomó sus primeras tijeras y concluyó con éxito su primera preparación. Silvia Patricia Rodríguez Infante, de 32 años, relató para El Diario cómo fue que un día decidió hacer de lado su carrera como maestra de secundaria y perfeccionar y emprender en el mundo de la belleza.
Tras participar en su primera jornada asistencial en el área de cortes de cabello, ingresó a la Normal Superior en Ciudad Victoria, donde terminó sus estudios de maestra.
DE LAS AULAS A LA ESTÉTICA
Durante su carrera decidió dejar su pasión por el estilismo para enfocarse en ser profesora de secundaria, profesión que concluyó sin contratiempos. En aquellos años se enfocó en resaltar como mentora, e ingresó a cubrir un interinato durante seis meses.
Sin embargo, algo había dentro de ella que la empujó a retornar a su verdadera pasión: el arte de la belleza, la peluquería y el estilismo.
“Concluyeron los seis meses y entregué el cargo que yo tenía porque solamente estaba cubriendo, y continúe en el mundo de la belleza, hasta ahorita he trabajado dos salones de belleza y después tuve yo la mía, luego por cuestiones del covid cerramos y ahorita estoy asociada con una amiga, y otra vez empezamos”.
Para Patty, agarrarle amor y cariño a lo que haces es fundamental para tomar una decisión tan importante, como fue dejar las aulas y permanecer de lleno en el mundo de la belleza.
“En mi familia siempre me enseñaron a que si haces con amor las cosas, es ahí, ahí es el lugar, como empecé a agarrarle amor al trabajo, a estar en mi estética, me gusta, yo creo que cuando algo te gusta no debes posponerlo o dejarlo a un lado. Porque luego te pones a hacer otra cosa, pero anhelas estar donde te gusta”.
Con diez años de experiencia, Patty ha participado en infinidad de eventos de reinas de belleza, además, de la mano con sus colegas ha tomado cursos con mentores nacionales e internacionales.
LA MEJOR DECISIÓN
Patty está segura que ser estilista es la mejor decisión que tomó, porque además de ser un oficio que le deja muchas satisfacciones, crear un vínculo de amistad con sus clientes es la mejor recompensa.
“Nos convertimos en psicólogos, en amigos, muchas veces en paños de lágrimas. Yo siempre les recomiendo a mis clientas o clientes que vengan solos, porque es el momento para ellos, para que se consientan, que disfrutes, te relajes”.
Regresar a las aulas de clase no está entre sus planes, pero continuar preparándose para mejorar las técnicas del estilismo lo tiene muy claro.
“No, ser maestra ya no, se me haría muy difícil regresar de nuevo, porque los maestros también se actualizan, ya sería empezar desde cero, yo no me acuerdo ni qué lleva una planeación, le digo a mis compañeros, no me preguntes porque no me acuerdo de nada”.
“Decirles a mis colegas, cuando amamos lo que hacemos, lo hacemos con el corazón, y los clientes lo notan y es cuando nos damos la oportunidad de que regresen, e incluso formar una amistad, le tomamos un cariño y es lo más bonito se está profesión”.
Patty es socia de la Estética “Barby Nails & Caprichos Salón” que se ubica en la Calle 16 Dr Norberto Treviño Zapata, 1775 entre Sinaloa y Baja California, a media cuadra de la Secundaria 8.
DÍA DEL PELUQUERO
El 25 de agosto se rinde homenaje a una de las profesiones que contribuye a la mejora de nuestra apariencia física y cuidado personal. Se celebra el Día Internacional del Peluquero.
Los peluqueros, peluqueras y barberos, conocidos igualmente como estilistas, son unos auténticos artífices de las tendencias de belleza, aplicando técnicas novedosas y tradicionales de afeitado, cortes de cabello y peinados, teniendo en cuenta los gustos y preferencias de sus clientes.
Esta fecha se originó en el siglo XVII, cuando la profesión de peluquero era ejercida únicamente por plebeyos de sexo masculino. Su labor principal consistía en el mantenimiento y cuidado del cabello de las pelucas utilizadas por la nobleza.
Se eligió el día 25 de agosto para la celebración de esta efeméride, debido a la Santificación de Luis IX, Rey de Francia por parte de la Iglesia Católica.
Durante su reinado, jerarquizó esta profesión, declarando a su peluquero oficial como un hombre libre, equiparándolo con caballeros, jueces, médicos y magistrados, autorizándole el uso de un espadín como parte de su atuendo, considerado un símbolo de tal distinción.
Los peluqueros y peluqueras ejercen un rol fundamental en la rutina de cuidado personal e higiene, así como en la mejora de nuestra imagen.
Debido a su preparación y experiencia pueden crear los mejores estilos, y contribuyen a una mayor autoestima y generan una sensación de bienestar y renovación de energías.
Las peluquerías, salones de belleza y barberías han evolucionado notablemente en los últimos años. Anteriormente se ofrecían únicamente servicios de corte, afeitado (hombres), secado de cabello, manicura y pedicura, mediante la atención en establecimientos para el público masculino y femenino.
Actualmente se ofrecen servicios unisex especializados, que rinden culto a la estética y cuidado personal: Maquillaje profesional, depilación, venta de productos de belleza, masajes, tratamientos para el cabello y cuidado corporal y hasta bronceado.