Agencias.-
Luis Rubiales, presidente de la RFEF, sorprendió al no dimitir como había anunciado.
Denunció un «asesinato social» en su contra y que se defenderá en los tribunales.
Pidió perdón por lo sucedido en el Mundial femenino y criticó el «falso feminismo».
Anunció acciones legales contra quienes lo difaman.
Habló sobre el beso a Jenni Hermoso, asegurando que fue mutuo y consentido.
Explicó el gesto polémico en el palco, dirigido al seleccionador Jorge Vilda, al que renovó con aumento salarial.
Rubiales afirmó que no buscan justicia sino atacarlo socialmente.