Patricia Azuara.-
Cd. Victoria, Tam.-
El seis de octubre de 2017 la noticia corrió como reguero de pólvora: “Eugenio Hernández Flores está detenido”, se replicó en medios locales, nacionales e internacionales, una y otra vez y otra vez.
Apasionado de las motocicletas, el día de su aprehensión, el exgobernador se disponía a realizar un recorrido con un grupo de amigos. Portaba una chaqueta BMV, con un valor de 14 mil pesos.
Era un biker de lujo. Su BMW R1200 tenía, en aquel año, un valor de medio millón de pesos, es decir, el costo de una casa de Infonavit, a la que tiene acceso el grueso de la población.
Ese día, decenas de medios de comunicación en busca de la noticia que impactó a propios y extraños, se apostaron al exterior del Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes) en Ciudad Victoria, lugar al que fue llevado de inmediato.
Sin duda, Eugenio Hernández Flores es el gobernador más querido de la época moderna en la entidad. Su fama saltó entre el público femenino, porque físicamente era muy diferente al resto de los mandatarios que habría tenido Tamaulipas; el “modelo ideal” de ese sector que genera la mitad de los votos de una elección.
ARRASÓ EN EL 2004
Cercano a la gente y divertido, el ojiverde, en poco tiempo se convirtió en un “furor”, principalmente entre las mujeres, quienes abarrotaban sus actos de campaña aquella elección de 2004.
En esa época el Partido Revolucionario Institucional PRI (hoy casi extinto), indiscutiblemente arrasaba en las urnas. Pero Geño, además, tenía un ingrediente extra: su carisma, que pronto lo posicionó arriba en las encuestas.
Con una importante trayectoria política, antes de tomar las riendas del Estado, Hernández Flores fue alcalde de Ciudad Victoria, diputado federal, y coordinador del Comité de Financiamiento de la campaña de su antecesor, Tomás Yarrington, hoy, preso en una cárcel de Estados Unidos.
Fueron seis años de un gobierno aplaudido por un importante porcentaje de la gente, popularidad que aún conserva entre los tamaulipecos, que el día de su liberación estallaron las redes sociales con comentarios positivos.
Tras años de logros y bonanza, el priista culminó su periodo como gobernador de Tamaulipas en 2010, en medio de una ola de violencia sin precedentes, que azotó el estado y con un hecho que terminó de manchar el final de su mandato: el asesinato de su candidato y quien sería su sucesor, Rodolfo Torre Cantú.
ENTREGÓ MANDO
Le entregó la silla a Egidio Torre Cantú, hermano de Rodolfo, y prácticamente despareció de la escena política. No fue hasta el tercer informe de su sucesor que volvió, para demostrar que el “aplausómetro” y los encabezados de la prensa aún eran de él.
Transcurrieron los siguientes años, entre una serie de especulaciones en torno al mandatario más querido de Tamaulipas y en la elección del 2016, el PRI, por primera vez perdió en la entidad.
El hartazgo social poco abonó, enterraron en las urnas a Baltazar Hinojosa, imponiéndose el panista Francisco García Cabeza de Vaca, enemigo político de Geño.
Un año bastó para que Cabeza de Vaca presuntamente “fabricara” delitos, según la defensa de Hernández Flores, y logrará su captura. Los abogados del priista siempre aseguraron que se trataba de un tema político.
FUE DETENIDO
Fue el seis de octubre de 2017 cuando Eugenio Hernández Flores fue detenido en Ciudad Victoria, acusado de los delitos de peculado y lavado de dinero.
Esto porque adquirió un terreno de mil 600 hectáreas del Puerto Industrial de Altamira a un precio que apenas superaba los 16 millones de pesos, y cuyo valor real era de mil millones 584 mil pesos.
Encarcelado en Tamaulipas, Estados Unidos solicitó su extradición por los delitos de asociación para lavar dinero, operar un negocio para enviar dinero sin licencia y cometer fraude bancario en el sistema financiero estadounidense; con esto la debacle del tricolor, continuó.
En un proceso que duró seis años, y tras ser recluido en tres penales del país (Cedes Victoria, el Altiplano, en Almoloya de Juárez y el de Tenango del Valle) resultó absuelto de los cargos que le imputaban en la entidad y en octubre de 2022, un juez de control le habría revocado la prisión preventiva por falta de pruebas.
Pero fue hasta el 25 de agosto de 2023 tras obtener un amparo a su favor, que Eugenio Hernández Flores obtuvo su libertad. Cerca de las 3:00 horas del sábado 26 de agosto, abandonó la prisión acompañado de sus abogados y algunos familiares y amigos cercanos.
Sin embargo, no todo está ganado, porque, aunque salió de la cárcel, aún enfrenta el proceso de extradición a Estados Unidos, pero en libertad.
El Juzgado Primero de Distrito, con residencia en Tamaulipas, informó que se negó el amparo contra la resolución de extradición emitida por la Secretaría de Relación Exteriores (SRE) y está pendiente el recurso de revisión contra esa sentencia.
Si el Tribunal Colegiado confirma el fallo del juez federal, es decir, la negativa del amparo, de inmediato puede ejecutarse la extradición; si se revoca y se concede el amparo o se repone el procedimiento, el quejoso continuaría en libertad.
REDES SOCIALES Y ALGUNOS POLÍTICOS
En últimas horas, los memes y fotografías de simpatizantes del político tamaulipeco no se hicieron esperar. A través de redes sociales, circulan gráficas de personas que aplaudieron su liberación, en tanto algunos compañeros de su partido se pronunciaron al respecto.
El actual presidente del PRI, Carlos Solís escribió en su página de Facebook:
“Los priistas de Tamaulipas celebramos que después de estar privado de su libertad injustamente por delitos fabricados, se haya acreditado la inocencia del Ing. Eugenio Hernández Flores”.
Refirió que, al igual que él, hay mexicanas y mexicanos que no han recibido justicia, y en el PRI sabemos que es un tema pendiente para tener un mejor sistema de impartición de justicia.
“Los tamaulipecos que conocemos la gran calidad humana de ‘Geño’ nos sentimos jubilosos de que esté libre y los priistas estaremos siempre orgullosos de su legado político y de las grandes obras que impulsó en nuestro Estado”.