Algunos niños sueñan con convertirse en grandes estrellas, que sólo muy pocos consiguen y logran mantenerse en el gusto popular. Tal es el caso de Anahí Puente, quien comenzó su carrera en “Chiquilladas” cuando tenía dos años de edad y actualmente se encuentra triunfando a nivel internacional con “Soy Rebelde Tour”.
Pero sus primeros años no fueron miel sobre hojuelas. Ya que fue víctima de bullying cuando era niña porque algunos compañeros de la escuela privada donde asistía la criticaban porque era actriz.
“Hubo algo que sí marcó muchas cosas de mi personalidad, tal vez de mi corazón, por decirlo así. Empezó a haber mucho bullying hacia a mí en la escuela. Mientras más famosa me hacía, pues ya no era lo mismo. Cuando empezó el tema del bullying me cambiaron de escuela al Miraflores (…) tenía como 10, 11, era la nueva y la famosa”.
“Fueron los meses más traumatizantes de mi vida. Lo crueles que podemos llegar a ser los niños, jóvenes, adolescentes…. fue durísimo, me pegaban chicles en el pelo, se sacaban los mocos, que feo que diga esto, pero me los embarraban en el uniforme, me decían hasta de lo que no”.
Anahí recordó con lágrimas en los ojos y voz entrecortada, muchas cosas que sus compañeros solían hacer para molestarla.
Tras años sufriendo constantes burlas, la Intérprete de “Sálvame” terminó sus estudios académicos a nivel preparatoria y a partir de ese momento decidió enfocarse a su carrera artística donde tampoco la pasó bien.
“Me hubiera encantado tener una carrera, pero tuve una carrera que tenía todo mi tiempo ocupado. Para mí fue un gran logro terminar preparatoria y tal vez no tengo un título que poderles enseñar, pero tengo una carrera que me llena de orgullo”, comentó.
La actriz sufrió anorexia y bulimia años después derivados de fuertes comentarios sobre su apariencia física. Dichos trastornos alimenticios pusieron en riesgo su vida, pero afortunadamente logró salir adelante.
“En todas las entrevistas lo único que les importaba era, pues la anorexia, la bulimia… ‘¿Si comes?’, ‘¿No comes?’ ¿Vomitas?’, las preguntas eran así, muy duras. Entonces pues nada, lidiando con todo aquello me volví muy dura, por ahí como a los 20, me puse un caparazón tan grueso, no quería que me lastimaran, entonces empecé a ser la grosera con la prensa, la contestona, ese ser humano que no soy, pero yo no quería que me lastimaran”, dijo.
“Tenía terror de sentirme tan atacada y no saber qué decir y no saber cómo defenderme. Entonces, mi forma de defenderme era siendo dura; en el mismo Televisa decían: ‘Es súper grosera, ella nunca convive, ella llega, graba, se encierra, siempre pide un camerino sola seguramente porque se encierra a vomitar’, eso se oía por los pasillos”, comentó.
Con información de: infobae.com