Patricia Azuara.-
En el año 1981 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) promulgó el 21 de septiembre como el Día Internacional de la Paz.
Según la organización, es una fecha dedicada a conmemorar los ideales de paz de cada pueblo y cada nación, con especial énfasis en el desarrollo social y económico en diversas facetas: pobreza, hambre, salud, educación, cambio climático, igualdad de género, agua, saneamiento, electricidad, medio ambiente y justicia social.
Posteriormente, en el año 2001 la Asamblea General decidió designar este día internacional como Jornada de No Violencia y Alto al Fuego.
Desde la Iglesia católica se exhortó a que desde los hogares y desde uno mismo se trabaje en favor de la paz, afirmó el sacerdote José Dolores Muñoz Trujillo.
“Como sabemos, de acuerdo con la ONU, el 21 de septiembre es el Día Internacional de la Paz, sabemos lo importante que es para nosotros que reine la paz, desde nuestro hogar, nuestra familia, pero también en nuestro entorno”.
Como iglesia, dijo, sé trabaja todos los días a través de la oración que tanto se necesita en una actualidad donde las complicaciones en materia de inseguridad laceran los hogares del mundo.
“Generalmente en las celebraciones se hace la oración por la paz, pero también los jueves en Hora Santa se hace con esa intención de seguirle pidiendo a Dios por la paz que tanto necesitamos”.
Se pide constantemente por la paz, indicó, así como en otras necesidades primordiales del mundo.
“La Paz es una de las necesidades urgentes que necesitamos, entonces, aquí, por parte de la Iglesia, estamos en oración por la paz, pero queremos también hacer la invitación para que cada uno de nosotros trabajemos para que reine esa paz”.
SOCIEDAD DEBE COOPERAR
Que cada uno de nosotros pongamos “nuestro granito de arena”, detalló al cuestionar ¿Cómo la vamos a hacer si no tenemos la oración?
“A lo mejor un Padre Nuestro, un Ave María, pero con esta intención de pedir para que Dios nos conceda esa paz que tanto necesitamos todos. Nosotros como iglesia, ustedes como bautizados, son parte importante para la oración”.
Dice la Palabra de Dios, donde dos o tres se reúnen en mi nombre para pedir lo que ustedes quieran, mi Padre Celestial se lo concederá, acotó.
“Confiemos en esa promesa que hace Jesús de concedernos lo que le pidamos. Sabemos que esta es una necesidad urgente y constante, y hay que perseverar, porque en otro pasaje también nos habla de ser perseverantes, confiar, pero ser perseverantes en la fe”.
Pidió ser constantes en la fe y no desanimarse ante las adversidades no deja de orar.
“Sigamos pidiéndole a Dios que nos conceda esa paz que tanto necesitamos. Les decía, en el entorno, en la familia y pues también la paz personal que Nuestra Señora de la Paz, la Virgen María en esta vocación, interceda por cada uno de nosotros”.
DELITOS
En lo que va del 2023, en Tamaulipas se registraron 24 mil 718 delitos, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En tanto, el vocero de Seguridad Pública, Jorge Cuéllar Montoya, dio a conocer que de acuerdo a un comparativo de los primeros diez meses del actual gobierno en relación a la administración anterior, se registró una reducción de la incidencia en los delitos de homicidio doloso, secuestro, robo de vehículo, robo a casa habitación, robo a negocio, robo a transeúnte y extorsión.
Reiteró que julio fue el mes más bajo en incidencia delictiva en los últimos seis años, tendencia que esperan continúe a lo largo del año.
“Si revisamos los seis años anteriores, este es el mes, julio, donde tenemos mejores resultados, esto es una buena noticia y esperamos seguir manteniendo esa tendencia, se trabaja para eso”.
Las estadísticas indican que Tamaulipas es la segunda entidad con mejores resultados de las localizadas en la frontera norte con los Estados Unidos, únicamente superado por Sonora.
Para el mes de junio, Tamaulipas registró una baja en la incidencia de siete delitos de alto impacto, como robo, secuestro, extorsión. Sin embargo, la violencia familiar es uno de los problemas más graves.
EFEMÉRIDE
La celebración de esta efeméride se sustenta en el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”, sentando las bases para la libertad, la justicia y la paz en el mundo.
En el Día Internacional de la Paz la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra campañas anualmente a nivel mundial, cuyo tema principal es la paz.
DESDE EL VATICANO
“Nadie puede salvarse solo. Recomenzar desde el covid-19 para trazar juntos caminos de paz”, fue el título del Mensaje del Papa Francisco para la 56 Jornada Mundial de la Paz, que se celebró el uno de enero.
“El covid-19 nos sumió en medio de la noche, desestabilizando nuestra vida ordinaria, trastornando nuestros planes y costumbres, perturbando la aparente tranquilidad incluso de las sociedades más privilegiadas, generando desorientación y sufrimiento, y causando la muerte de tantos hermanos y hermanas nuestros”.
Empujado dentro de una vorágine de desafíos inesperados y en una situación que no estaba del todo clara ni siquiera desde el punto de vista científico, el mundo sanitario se movilizó para aliviar el dolor de tantos y tratar de ponerle remedio; del mismo modo, las autoridades políticas tuvieron que tomar medidas drásticas en materia de organización y gestión de la emergencia, afirmó.
“Junto con las manifestaciones físicas, el covid-19 provocó —también con efectos a largo plazo— un malestar generalizado que caló en los corazones de muchas personas y familias, con secuelas a tener en cuenta, alimentadas por largos períodos de aislamiento y diversas restricciones de la libertad”.
Además, no podemos olvidar cómo la pandemia tocó la fibra sensible del tejido social y económico, sacando a relucir contradicciones y desigualdades, sostuvo.
Amenazó la seguridad laboral de muchos y agravó la soledad cada vez más extendida en nuestras sociedades, sobre todo la de los más débiles y la de los pobres, recordó el Papa.
“Pensemos, por ejemplo, en los millones de trabajadores informales de muchas partes del mundo, a los que se dejó sin empleo y sin ningún apoyo durante todo el confinamiento”.