Por Rubén Jasso.-
Cd. Victoria, Tam.- Una lamentable noticia se dio a conocer la tarde del sábado en esta Capital, al informarse a través de las redes sociales el sentido fallecimiento de Luis Armando Medina Guillén, un exfutbolista y atleta paralímpico que a lo largo de su vida supo ganarse el cariño de todas las personas con las que convivía.
Nacido en Ciudad Valles, San Luis Potosí, pero tamaulipeco y especialmente victorense por adopción y corazón, Luis Armando deja una profunda huella por su labor e impulso al balompié de nuestro estado, además de todos los logros que acumuló de manera individual como atleta en silla de ruedas, representando en diversas competencias y siempre con mucho orgullo a Tamaulipas.
Medina Guillén formó parte de las reservas profesionales de Correcaminos en los años 90’s, desempeñándose como defensa cuando el equipo naranja militaba en la Primera División y se disputaban los partidos de los juveniles dos horas antes y en el mismo escenario del partido oficial. También era ingeniero de profesión.
Sin embargo, un accidente automovilístico cambió su vida y, a raíz de eso, años después incursionaría en el deporte paralímpico en las carreras atléticas que se organizaban en esta Capital, en otras partes del estado y en otras entidades.
Fue un importante exponente en el deporte de sillas sobre ruedas recorriendo diversas distancias, y formó parte de la Asociación Estatal que agrupaba a dichos atletas.
A nivel individual conquistó importantes logros en el estado, representando también a Tamaulipas en competencias nacionales e internacionales, siempre con mucho orgullo y brindando su mejor esfuerzo.
Su labor también se extendió en la organización de torneos de futbol y el impulso de jóvenes en este deporte, dejando una gran huella en el balompié al ser parte de la Asociación Estatal al lado de don José Mansur Guevara, quien a lo largo de los años le encomendó a Luis Armando Medina tareas importantes que siempre logró sacar delante de manera exitosa como campeonatos estatales y la Copa Telmex, entre otros.
Siempre caballeroso, respetuoso, de mano firme al saludar y de sincera sonrisa, el “Capitán América” o “Capitán Furia”, como lo llamaban varias de sus múltiples amistades, supo ganarse el aprecio de quienes lo rodeaban o convivían con él por motivos de trabajo.
Positivo y siempre viendo para adelante, Luis Armando Medina en todo momento tenía una palabra de aliento para sus amistades.
Lamentablemente, su salud se empezó a ver afectada hace algunos meses, y aunque logró salir adelante, en fechas recientes volvió a sufrir una recaída hasta su sentido fallecimiento. Descanse en paz.
