Al menos tres personas resultaron heridas tras dos potentes explosiones que remecieron viviendas en el centro de Suecia, y causaron daños en edificios, con ladrillos y ventanales tirados por la calle.
Una de ellas ocurrió el lunes por la noche en Hasselby, un suburbio de la capital, Estocolmo. El martes de madrugada se produjo otra en Linkoping, unos 175 kilómetros al suroeste, que destrozó la fachada de un edificio de tres plantas y dejó escombros repartidos por una zona de estacionamiento.
El martes la radio sueca dijo que la explosión en Linkoping estaba conectada con una guerra entre pandillas criminales, un problema creciente en Suecia, donde se han registrado tiroteos desde vehículos y explosiones de bombas. Dos pandillas, una de ellas liderada por un hombre con doble ciudadanía sueca y turca que vive en Turquía, y otra liderada por su antiguo lugarteniente, estarían luchando por drogas y armas.
Se han producido en lo que va de año 261 tiroteos, 36 personas han muerto y 73 están heridas, sin contar las últimas explosiones.
Residentes en la zona afectada de Linkoping fueron evacuadas a un centro deportivo cercano, según la policía. En Hasselby, tres personas fueron trasladadas al hospital. Se desconocía su estado.
Según la policía, no se habían hecho detenciones en relación con las dos explosiones.
Un chico de 13 años fue encontrado este mes en el bosque con un disparo en la cabeza cerca de su casa en los alrededores de Estocolmo. Un fiscal describió su muerte como un escalofriante ejemplo de la “repugnante y completamente imprudente violencia de pandillas”.
Dos personas murieron y dos resultaron heridas el 22 de septiembre cuando un hombre armado disparó en un bar abarrotado al noroeste de Estocolmo. Uno de los muertos, un hombre de 20 años, era el objetivo probable del tirador, según la policía, mientras que los otros tres sólo estaban cerca.
El motivo seguía sin estar claro. La policía dijo que la balacera podría estar relacionada con un conflicto personal y había algo de incertidumbre sobre si estaba conectada con la guerra entre bandas.
El Gobierno de centroderecha sueco ha endurecido las leyes contra el crimen organizado, mientras que el jefe de la policía sueca dijo este mes que las guerras de pandillas habían provocado una ola de violencia “sin precedentes” en el país escandinavo.
Con información de: milenio.com
