diciembre 11, 2024
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Opinando de ‘Los Indestructibles 4’

octubre 3, 2023 | 254 vistas

Lic. Ernesto Lerma.-

Esta nueva entrega de la franquicia protagonizada por Sylvester Stallone es una demostración de que lo que nació como una idea atractiva está totalmente agotado. Cuando en 2010 Sylvester Stallone estrenó Los Indestructibles, como director y protagonista, construyó un concepto divertido, y a la vez melancólico, sobre el paso del tiempo y los héroes de acción, en una película que era una exageración autoconsciente de los viejos relatos de acción de los 80’s y 90’s.

Y llamó a algunos de sus viejos amigos (Dolph Lundgren, Mickey Rourke, Eric Roberts, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger) para que sean de la partida, en una historia que decía que los viejos podían seguir pateando culos, pero que a la vez sintetizaba el traspaso generacional en la figura de Jason Statham, héroe del momento con la franquicia de El transportador. Stallone ya había ensayado la reflexión sobre el paso del tiempo en sus dos películas anteriores como director (Rocky Balboa y Rambo: Regreso al infierno), pero aquí dejaba un poco el llanto tristón para gritar a puro gore que viejos eran los trapos.

Claro, la cosa funcionó y un poco como al Clint Eastwood de Gran Torino, que imaginó una muerte pronta que finalmente no fue y volvió a mirar el fin de los días varios años después en La mula y Cry macho, a Stallone el chiste de “somos viejos, pero seguimos a los tiros” se le estiró en una franquicia que tras una segunda entrega excelente (debe ser una de las mejores películas de acción de este siglo en el que el cine de acción en la vieja tradición desapareció), que tenía no sólo acción espectacular e imaginativa sino unas cuantas grandes ideas visuales (la aparición de Chuck Norris), y una tercera que ya presentaba síntomas de agotamiento.

Por lo tanto, esta extemporánea cuarta entrega no sólo llega tardíamente, sino que ha perdido todo norte posible en relación a su propia lógica: sin reflexión posible, es lisa y llanamente un intento de película de acción en la vieja tradición que abruma con su inconsistencia. Sin entrar en detalles, Los Indestructibles 4 le encuentra una vuelta al inevitable paso del tiempo de Stallone (el real, no el del artificio del cine) que es como un chiste medio berreta, pero que funciona porque de alguna manera motoriza la trama.

El problema es que para los seguidores de esta franquicia pasamos de ver a Sly, Arnold, Bruce Willis, Harrison Ford, Mel Gibson, Jean-Claude Van Damme, Chuck Norris y demás veteranos para pasar a preocuparnos por un equipo de mercenarios integrado por Randy Couture, Curtis ’50 Cent’ Jackson, Megan Fox, Jacob Scipio… No quiero ser malo, pero ¡no le interesan a nadie! Y ahí está la explicación un poco de los problemas de la película.

Si Los indestructibles nació con la idea de ver a los viejos héroes de acción otra vez a los tiros en películas inimputables con malos malísimos, como quien se pone a jugar con los muñequitos articulados de su infancia, la idea de mantener el concepto, pero con un elenco de figuras entre ignotas y más jóvenes, es decididamente una traición al origen. O, para no ser tan trágicos, una demostración de que el asunto está agotado y no hay necesidad de seguir adelante.

Sí se observa la intención de airear un poco con la presencia de héroes de acción del cine asiático, como Tony Jaa o Iko Uwais, pero ahí sería necesario que detrás de cámaras hubiera un director con el nivel de imaginación de los realizadores de aquella región, y no un tipo como Scott Waugh que demuestra un nivel desolador de tosquedad para la puesta en escena. Lo que dictadores y villanos ruines no pudieron, lo puede la maquinaria a repetición de Hollywood. Es al parecer el fin amigos de este tipo de producciones que ya no aportan nada nuevo.

Mi 7 de calificación a esta cinta que evidencia un cansancio en el tipo de tramas que aporta donde Sylvester Stallone le cede el cetro del cine de acción a un Jason Statham que hace lo que puede entre efectos cutres e interpretaciones desganadas, en la sinopsis: Barney Ross vuelve a juntar a su equipo de mercenarios de élite para tratar de eliminar una amenaza que puede poner en peligro la paz internacional. Recordemos que el primer filme se estrenó en 2010 como un homenaje a las estrellas del cine de acción de los 80 y 90 que tantas alegrías nos dieron en la gran pantalla con películas como Acorralado, Duro de Matar o Comando.

Sylvester Stallone tenía ya 64 años cuando salió la primera entrega de una saga por la que han pasado Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, Chuck Norris, Jean-Claude Van Damme, Mel Gibson, Harrison Ford y hasta Antonio Banderas, siendo Sly el anfitrión y el emblema de una generación de leyendas que ya llevaban regular el compatibilizar los achaques de la edad con el ir dando volteretas y patadas por ahí. El plan era pasar el testigo a estrellas que empezaban a destacar como Jason Statham, Scott Adkins o Glen Powell, pero la gente quería seguir viendo entrega tras entrega a los verdaderos reclamos originales de la saga. Nuestros ídolos de infancia y juventud. Y los reflejos para pegar puñetazos menguan, pero para cobrar un buen sueldo… Hasta se acentúan.

Y así hemos llegado a donde hemos llegado. La peor despedida posible. Entre los protagonistas de Los indestructibles 4 tenemos a Stallone con 77 años de edad y a la supuesta ‘joven estrella’ que tenía que sustituirle, Statham, con 56. Los grandes tótems del género se han ido esfumando y sólo han permanecido alrededor de Sly los amiguetes como Dolph Lundgren y Randy Couture, y para rellenar el póster se ha tirado de lo que estuviera libre en ese momento: otros ‘mercenarios’ del audiovisual como 50 cent y Megan Fox, y un Andy García que parece que esté devolviendo un gran favor.

El único clavo al que aferrarse, en cuanto a nombres, era que Tony Jaa e Iko Uwais llegaran repartiendo tollinas desde Asia como sólo ellos saben, pero ni aun así. Statham lleva el peso de toda la película con set pieces aburridos y repetitivos, un guión que podría ser un (mal) resumen de todas las películas de acción directas a videoclub de Steven Seagal encargado a una IA en fase de aprendizaje, efectos especiales dignos de una secuela de Sharknado y unos chistes que apestan a Varon Dandy, sudor, puro y gasolina.

La saga que comenzó como un sentido homenaje a la época de Rambo ha terminado convertida en un ridículo a la altura de ‘¡Alto! o mi madre dispara’ en la que, esta vez, Stallone no puede decir que le hayan engañado para participar. Esta es una película para completistas de un astro como Sylvester Stallone nada exigentes con lo mejor: Statham achicando aguas, con la ayuda infrautilizada de Jaa y Uwais y lo peor: que destroce el buen recuerdo de Los Indestructibles 1 y 2 y de la aceptable tercera entrega. Solo apta para fans.

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