Staff ED.-
Para fortalecer la obra pública, en los primeros 365 días del gobierno de Américo Villarreal Anaya se rescataron 558 millones de pesos del ejercicio fiscal 2022 que estaban por perderse, se replanteó la relación con las empresas constructoras y se acabaron los “moches”.
Durante su mensaje con motivo de los 365 días del inicio de la actual administración estatal, el mandatario expresó que en su gobierno la obra pública se distribuye de manera equitativa y en el presente ejercicio, se han destinado 400 millones de pesos a los municipios pequeños; además, el valor de la obra terminada o en marcha, supera los dos mil 700 millones de pesos en este 2023.
“Nos aseguramos que la obra pública se distribuya de manera equitativa y, en el presente ejercicio, se han destinado 400 millones a los municipios pequeños; el valor de la obra terminada o en marcha supera los dos mil 700 millones de pesos en este 2023”, dijo el gobernador Villarreal Anaya.
Agregó: “Iniciamos la gestión de los Planes de Apoyo regionales acordando las obras, con un esfuerzo significativo en caminos y pavimentación”.
Destacó que en el rubro de la obra pública se erradicaron viejas prácticas de manejar precios inflados y dejar trabajos sin realizar, por el contrario, ahora cada peso del presupuesto está sujeto a fiscalización.
En lo referente a la plataforma logística, el mandatario tamaulipeco se refirió a diversas obras que están en marcha como la construcción de la autopista Tam-Bajío, el desarrollo de los primeros 50 kilómetros de la carretera Victoria-Monterrey y el llamado “puente roto”, del entronque en el libramiento norte del puerto de Altamira, que fue “un monumento a la corrupción, que permaneció por tres administraciones y hoy ya no existe”, indicó.
“En su lugar se construye el puente de la Esperanza”, mencionó.
