Agencias.-
Eduardo Torres viajó de San Diego a Villahermosa en 2014 para contratar a una madre sustituta en una clínica de fertilidad dirigida por Carlos Rosillo Herrera.
Firmó un contrato con la madre sustituta y el médico Rosillo, pero luego le pidieron más dinero del acordado para varios gastos adicionales.
La madre sustituta informó a Torres que el bebé había muerto al nacer, y cuando regresó a Tabasco, no pudo encontrar ni a la madre sustituta ni a la clínica de fertilidad.
Dos años después, la madre sustituta contactó a Torres y le dijo que el niño estaba vivo, pero le pidió más dinero antes de entregárselo.
Cuando Torres regresó a San Diego con el niño, fue arrestado por la sustracción del menor debido a una denuncia de la madre sustituta, lo que activó la Alerta Amber.
Torres contrató a un abogado, quien demostró su inocencia con pruebas de paternidad y documentos de contrato.
El abogado señala que el niño ha sido utilizado como moneda de cambio por parte de la madre sustituta y pide una regulación más estricta de la maternidad subrogada en Tabasco.
Aunque el fiscal Nicolás Bautista dice que solo hay dos denuncias por fraudes relacionados con vientres subrogados, el abogado Córdoba afirma que hay más de 20 casos registrados en Tabasco.
La maternidad subrogada en Tabasco se ha restringido a ciudadanos mexicanos en los últimos tiempos.