Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Antes de que concluya el año, el Instituto de la Mujer en Tamaulipas (IMT) dispondría de dos casas violeta, adicional a la que opera en Matamoros, para atender los casos de violencia en los que las féminas sean víctimas de algún tipo de violencia.
La directora del Instituto, Diana Luz Gutiérrez González, admitió que abrir ese tipo de espacios para brindar atención a las mujeres no es fácil, sobre todo porque durante la administración estatal anterior nunca estuvieron presupuestadas las casas violetas y operaban con recursos provenientes de fideicomisos u otra forma.
Y es que cada una de las casas violeta requiere de recursos por el orden de los cinco millones de pesos al año para su operatividad, en gastos del personal y otros que se necesitan para el funcionamiento, la operatividad y atención que se brinda a la mujer cuando son víctimas de violencia física o psicológica.
“La atención que brinda una casa violenta a las mujeres es variable, la semana pasada atendimos a 15 en la de Matamoros, donde si bien se cuenta con tres recámaras con dos camas cada una, hay ocasiones en las que se tienen que traer cobijas y habilitar otras áreas para dar atención también a sus hijos”, explicó.
Mostró confianza de que en el presupuesto de egresos para el próximo ejercicio fiscal 2024 los diputados del Congreso local aprueben más recursos para el Instituto de la Mujer en Tamaulipas, con el objeto de disponer de más espacios y brindar una mejor atención a las que sean víctimas de algún tipo de violencia.
Confirmó que la casa violeta de Altamira prácticamente está lista y en condiciones de operatividad, al disponer de espacios suficientes como para atender a ocho mujeres.
Incluso, abrió la posibilidad que después de abrir la casa violeta en Matamoros, en estos días la de Altamira, más adelante sea en Nuevo Laredo.
Descartó que sean pocos los espacios que se dispone para atender una problemática que en la última semana registró un incremento importante, comparativamente con el de agosto que presentó una disminución del once por ciento, dado que la atención es variable, al grado de que hay días en los que no se atiende ningún caso.
