Patricia Azuara.-
Cada 13 de octubre las mujeres alrededor del mundo celebran el Día Sin Sujetador-No Bra Day. Es una propuesta dirigida al sector que impulsa el no usar esta prenda para concientizar a la población femenina a nivel mundial sobre el cáncer de mama.
El Día Sin Sujetador se creó originalmente el nueve de julio de 2011 y se celebró por primera vez el 19 de octubre de 2011 en un evento denominado Día Bra o Bra Day (Breast Reconstruction Awareness), por iniciativa del cirujano plástico de Toronto, el Dr. Mitchell Brown. Tres años después se trasladó la fecha de celebración al día 13 de octubre, en el marco del Mes Nacional de Concienciación sobre el Cáncer de Mama.
La empresaria de lencería, Alejandrina Cedillo, creadora de la marca “Ale Cedillo” con dos décadas de experiencia, hizo un llamado a informarse más sobre el tema, antes de apoyar movimientos que solamente son parte de la mercadotecnia.
En entrevista para El Diario, la empresaria originaria de San Luis Potosí atajó “lo lamentable es que sé cuelgan del cáncer de mama como justificación para crear este movimiento”.
Y aunque se dijo respetuosa de todas las luchas y movimientos, recordó que expertos señalan que el cáncer de mama se origina por lo que comes, por herencia, por las emociones y por lo que vives.
Aunque otro factor determinante para contraer esta mortal enfermedad, sostuvo, es el uso de brasiers de mala calidad, que llegan de contrabando desde Asia y que están hechos de varilla que se oxidan rápidamente.
“El usar o no brasier, ¿limita el cáncer de mama?, yo creo que debemos de investigar, más allá de adoptar un movimiento que resultaría más fácil, que investigar el verdadero origen”.
“El cáncer tanto de mama como cualquier otro, también radica evidentemente en la alimentación, emociones, estrés, en todo el entorno familiar, laboral, de amistades, eso en primer lugar”.
Recomendó que más allá de ocuparse de un movimiento sin brasier, las mujeres deben preocuparse de la calidad de prenda que compran, ya que “lo barato, puede salir más caro”.
“Existen sujetadores que vienen de contrabando, los llamados brasiers chinos, que vienen de contrabando por el puerto de Veracruz y entran sin ninguna norma de calidad, esas varillas son de metal, las lavas se oxidan y el óxido cuando se abre los poros, entran a tu cuerpo”.
Invitó a comprar en distribuidores y tiendas de prestigio, “y prestigio no quiere decir que es caro, prestigio quiere decir que año con año se preocupan por la calidad de sus productos”.
Explicó que existen varillas que son de titanio que no son agresivas para el cuerpo, eso reduce la posibilidad de contraer enfermedades por el uso de prendas que no cumplen con las normas de calidad.
“Yo veo a lo largo del tiempo cómo se compran estos brasiers chinos y no ven el grave error que sé está cometiendo. Entonces más allá de un movimiento, que cada quien es libre de participar e incluso de motivar, yo invito a las personas que hagan el movimiento con base en información verídica”.
Refirió que el “No Bra Day” fue impulsado por un cirujano estético hombre y después le dieron el toque del cáncer de mama; esta fecha solo es mercadotecnia e impulsa la cirugía plástica como “remedio” para no usar brasiere.
“Los senos de las mujeres se sobre sexualizaron al grado de obligar a usar artefactos como los brasiers”: Feminista
Por su parte, la feminista Myriam Ariadna Concha Olan lamentó que los senos de las mujeres se hayan sobre sexualizado, al grado de obligar el uso del brasier, como imposición de la sociedad.
En entrevista, recordó que los senos no son órganos sexuales, son glándulas que tienen hombres y mujeres, sin embargo, dijo, hay una gran disparidad en la manera en la que se permite o restringe la visibilizacion y trato en público para ambos sexos.
“Las glándulas de las mujeres se han sobre sexualizado al grado en el que en Instagram es permitida la imagen de un pezón masculino, pero no uno femenino”.
Está sobre sexualización de la glándula mamarias es parte del estigma y de los estereotipos con los que cargamos las mujeres, atajó. Una imposición del cuerpo perfecto por el que nos vemos obligadas a usar artefactos como brassieres, reiteró.
“Para que nuestros senos se vean según la expectativa social en tamaño, forma y altura, y al mismo tiempo nos restringe de hacer uso de nuestras glándulas mamarias en una de sus funciones principales que es alimentar a nuestros bebés”.
“El uso de los tops o brassieres es útil cuando nos permite ir por el mundo de manera más cómoda como cuando hacemos deporte. Hay muchas razones por las cuales las mujeres no usan brassiere”.
Refirió que hay culturas donde no se usa y nunca se ha usado y en contraparte hay estratos socioeconómicos en los que adquirir un brassiere es un lujo, más que una necesidad.
“No es una necesidad primordial para las mujeres y es importante normalizar y desestigmatizar las diferentes formas, alturas y figuras de los senos de las mujeres. También como una manera de apoyar a las mujeres que pasan por procesos de mastectomías por el cáncer de mama. Las mujeres somos más que nuestros senos”.
“Uso del brasiere, por represión hacia el sexo femenino”: Psicólogo
El psicólogo Roberto López Herrera afirmó que sea cual sea la decisión de su uso, las mujeres deben experimentar la libertad para su cuerpo, más allá de los estándares sociales.
“El uso del sostén, sobre todo para el feminismo, representa una exigencia patriarcal y en el devenir del tiempo se ha convertido en una indumentaria prescindible. En cambio, no usarlo configura un movimiento feminista hacia la libertad para decidir sobre sus propios cuerpos”.
La tendencia ‘braless’ comenzó a verse ya en los 90. Actualmente este gesto, que ha llegado a la alta costura, reivindica la libertad de la mujer de vestir como quiera, recordó.
El cuerpo es una construcción cultural y discursiva, es decir, le asignan significado. En este caso, encontramos disparidad entre hombres y mujeres, porque ellos sí pueden mostrar los pezones y las mujeres no. “Al final, siguen siendo pezones y pechos”, refirió.