El jefe del Ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador envió sus condolencias a familiares y amigos de Carlos Romero Deschamps, el histórico líder petrolero que murió ayer a los 79 años de edad.
«Le deseo consuelo y resignación a sus familiares y a sus amigos”, indicó esta mañana en la conferencia matutina de Palacio Nacional.
“Porque a nadie se le debe desear la muerte, no hay que meterse ni con los finados ni con los enfermos, hay que respetarlos”, puntualizó el mandatario mexicano.
Quien por 26 años fue el líder del poderoso sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex), Carlos Romero Deschamps, murió anoche a los 79 años de edad, tras una carrera marcada por acusaciones de corrupción.
Romero Deschamps (Tampico, 1944) fue líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) desde 1993 hasta 2019, cuando renunció en medio de denuncias de corrupción y desfalco, además del exhorto del presidente López Obrador.
El petrolero, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), murió sin afrontar la justicia aunque durante años se planearon acusaciones de corrupción y desvío de fondos contra él, sustentadas en evidencias de él y su familia sobre sus excesos, con mansiones, yates y autos de lujo.
Después de pasar sus primeros años de juventud como vendedor ambulante, su primer acercamiento con Pemex fue como trabajador de la refinería de Salamanca, en Guanajuato, invitado por uno de sus primos, quien era ingeniero y secretario del sindicato en la región.
Al obtener su plaza fija en Pemex trabajó como chófer, y poco después estrechó lazos con otro gran líder petrolero, Joaquín Hernández La Quina, mientras él mismo se hacía un nombre dentro de la organización sindical.
En 1979 se casó y tuvo tres hijos, mientras su influencia dentro del sindicato crecía y, apoyado por la cúpula, asumía el control del sindicato de Azcapotzalco, uno de los que aglutinaba más agremiados.
Auspiciado por «La Quina», Romero Deschamps creció dentro del sindicato, donde trabajó durante años al lado de este histórico sindicalista, también vinculado a casos de corrupción.
Hasta que, según historiadores, traicionó a su mentor para ocupar su lugar al frente del STPRM, uno de los más grandes de México con cerca de 100 mil miembros en activos y casi la mitad de afiliados jubilados.
Desde entonces, y durante más de un cuarto de siglo, se reeligió de forma consecutiva para mantenerse en el poder.
Con información de: lopezdoriga.com