El Fulham cometió errores en la salida del equipo y lo pagó con un 2-0 en contra al enfrentarse al Tottenham.
Todas las llegadas que generaron los Spurs fueron concebidas de una u otra forma gracias a este estilo de juego, que es sumamente agresivo con la salida del rival.
El mejor ejemplo de este estilo fue el primer gol del partido a los 35 minutos, cuando el Fulham se equivocó en el tercer toque de su salida y entregó a la marea blanca. De ahí surgió el pase de Richarlison para Heung-Min Son que definió el 1-0. Quedó tan mal parado el Fulham, que los defensas chocaron entre ellos al tratar de marcar a Son.
En el entretiempo, el Fulham intentó cambiar la cara y se le dio la oportunidad a Raúl Jiménez para intentar hacer algo. Sólo que el mexicano fue recibido muy pronto con una fuerte patada a los 38 minutos, donde le mostraron la dificultad del juego.
A los 54 minutos volvió a ocurrir el mismo error y Fulham entregó el balón en la salida. Esta vez fue el defensa Bassey que no soportó la presión y quiso jugar largo, pero solo dejó el balón a merced de un contragolpe. Esta vez fue Son quien habilitó a James Maddison que se encargó de la definición por abajo, cruzado, para el 2-0 definitivo.
Con información de: mediotiempo.com