Patricia Azuara.-
Era una pequeña de apenas seis años, a quien le detectaron el síndrome de Stevens-Johnson.
Un padecimiento que en aquellos años sólo tenía un antecedente sin éxito en Ciudad Victoria. La primera pequeña, originaria del ejido Santanita, quedó convertida en “un carbón”.
La enfermedad provoca que tus órganos prácticamente se sequen. La piel se pone como un pizarrón y las partes íntimas también sufren lo mismo.
Verla entubada, delgada e inconsciente es una de las situaciones que más ha impactado al Director de la Fundación “Michou y Mau”. Este fue uno de los casos más complejos que han atendido en casi dos décadas de labor.
“Gracias a la intervención de Michou y Mau logró salvarse porque ya habíamos tenido un caso igual. Años anteriores nos avisaron que llega esta niña de 14 años del ejido Santanita”.
“Ya cuando fuimos era una bola de carbón la niña, totalmente negra, quemada, los labios parecían pintados de rojo, ya cuando íbamos a intervenir la niña muere”.
Afortunadamente nos hablan a tiempo de la segunda niña, y se trasladó a Galveston y salió adelante, ahora estudia la preparatoria. Fue un caso muy fuerte, indicó.
“No fue por quemadura, pero me impactó mucho”. La Fundación Michou y Mau fue creada para atender niños quemados y Tamaulipas es la primera delegación que se abrió porque ocupaba el lugar número 10 en emergencias de este tipo.
INCIDENCIA A LA BAJA
A lo largo de este tiempo, el índice de accidentes por fuego bajo considerablemente, y hoy la entidad ocupa el lugar número 20.
Desde el año 2007, que inició operaciones, se han trasladado a Galveston alrededor de 80 niños con quemaduras de segundo y tercer grado.
“De otra manera no haberlos trasladado no vivieran ya. Y los niños que no son aceptados en Galveston, porque ellos te establecen sus requisitos”.
“Que tenga más de 40 por ciento de superficie corporal quemada, que no tenga muerte cerebral, enfermedades contagiosas, que vaya acompañado de un familiar, que sea menor de 18 años”.
En ocasiones aceptan de menor porcentaje siempre y cuando las heridas estén comprometidas en ciertas áreas del cuerpo, como cara, extremidades y geniales.
“Los que no, son trasladados a la unidad de quemados por medio de la ambulancia terrestre, la unidad de quemados se inauguró en mayo de 2009, y a partir de 2009 se empieza trabajar dos años después de que se establece la delegación”.
“Desde entonces estamos aquí en la planta alta es la unidad de quemados y la comunidad media ha sacado adelante a más de 350 niños, sin contar otra cantidad de casi 400 adultos, los han sacado adelante aquí en la unidad de quemados”.
TRATAMIENTO COMPLICADO
Detalló que el tratamiento del paciente quemado es complejo, dijo, y quienes lo atienden requieren capacitación “al estar día a día los doctores han agarrado experiencia”.
“Nuestro trabajo en estos 17 años ha logrado que del lugar 10 pase a ser el lugar 20, el trabajo hemos logrado que baje el índice y eso nos da mucho gusto, siempre hace falta la parte de la prevención”.
Reveló que el 80 por ciento de los accidentes por quemaduras ocurren a causa de líquidos. “En estos, como en muchos accidentes, no cabe el hubiera”.
En entrevista para El Diario de Ciudad Victoria, hizo un llamado a la población a prevenir una situación de este tipo que deja secuelas graves, además de físicas, psicológicas.
Cosas tan simples como no dejar botes con agua hirviendo en el piso, no saturar de contactos una corriente de luz, usar las hornillas traseras de la estufa y no tronar cuentes, contribuyen a evitar accidentes.
Michou y Mau traslada a Houston entre cuatro y cinco niños en peligro de muerte en las diferentes entidades del país. En Tamaulipas, apoyan los 43 municipios.
Hizo un llamado a un par de semanas de que inicia la temporada invernal y la época navideña, cuando los niños manipulan cuetes, que eviten permitirlo, porque hasta las conocidas cebollitas laceran pequeños.
FUNDACIÓN MICHOU Y MAU
La Fundación Michou y Mau I.A.P. Nace en memoria de Michelle y Mauricio.
Michou salva a dos de sus hijos del fuego y muere al intentar rescatar a Mau y Camila. Mau fallece posteriormente por no haber recibido atención médica oportuna de alta especialidad en niños quemados. Camila logró su recuperación gracias al tratamiento que recibió en el Shriners Hospital for children de Galveston, Texas.
La Fundación Michou y Mau I.A.P. se crea para que a ningún niño le suceda lo que a Mau. Se constituye en 1998 como una Institución de Asistencia Privada, que busca recursos para que se brinde una atención médica oportuna a los niños mexicanos con quemaduras severas.
***
