diciembre 14, 2024
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Criticando a ‘El Continental’

noviembre 14, 2023 | 153 vistas

Lic. Ernesto Lerma.-

Aunque no haga grandes aportes a la franquicia en la que se inscribe, esta miniserie fue presentada como un evento especial de tres noches que se emitió por la cadena televisiva Starz y en la plataforma de Prime Video, que está narrada con solvencia, ofrece unos cuantos pasajes vibrantes y funciona de forma efectiva como entretenimiento que se centra en los “trabajos internos” del exclusivo Hotel Continental, que sirve como refugio de asesinos.

Si la historia en la taquillera saga cinematográfica de John Wick arrancó como algo simple y un poco risueño a la vez, en la trama de un asesino a sueldo retirado que sale a la caza de los asesinos del perrito que le había regalado su esposa fallecida, también supo dejar las semillas indicadas para luego desplegar un universo interconectado que no tiene mucho que envidiarle a DC, Marvel y a Star Wars. Y que encima ha construido un estilo que ha igualado en potencia a las franquicias de Jason Bourne y Misión: Imposible.

Quizás por eso es que El Continental: Del mundo de John Wick, sin ser una maravilla e incluso sin agregar mucha información a lo que se había dado conocer previamente en las cuatro películas, es satisfactoria y hasta estimulante. Creada por Greg Coolidge, Shawn Simmons y Kirk Ward, la miniserie funciona como una precuela que muestra la historia a un joven Winston Scott (Colin Woodell) a punto de convertirse en un próspero hombre de negocios en Londres, hasta que los lazos familiares lo arrastran -a la fuerza- a Nueva York.

Es que su hermano, de quien ha estado distanciado por largo tiempo, ha traicionado a su jefe, Cormac O’Connor (Mel Gibson), quien maneja El Continental, el emblemático refugio de asesinos, donde perpetra un ataque sorpresa. Esa acción, que puede parecer descabellada, ha tenido como resultado el robo de un valioso objeto, el cual la Alta Mesa (esa entidad que preside y maneja los hilos de la red de criminales a sueldo) no está dispuesto a perder bajo ningún concepto.

A partir de ahí, Winston emprenderá una odisea involuntaria, que lo pondrá bajo la mira de la Alta Mesa y de O’Connor (que en algún momento fue una especie de mentor para él), lo hará reencontrarse obligadamente con su hermano y, eventualmente, lo llevará a aliarse con una galería de personajes variopintos, cada cual con diversas motivaciones. La meta final será, obviamente, concretar un asalto a toda escala al Continental, para sacar a O’Connor de la ecuación. En un punto, el planteo narrativo de la miniserie (que cuenta con tres episodios de una hora y media, de los cuales Albert Hughes dirige el primero y el último, mientras el segundo es dirigido por Charlotte Brändström) es relativamente simple.

Lo que vemos es a un tipo que, forzado por las circunstancias, se convierte en un héroe -o quizás antihéroe- a su pesar, enfrentando un poder establecido y creando un destino propio. Lo más logrado quizás sea cómo la recreación de los setenta conecta con el retrato del protagonista y sus aliados, todos, a su modo, marginales, sujetos que sobreviven mediante la astucia o la habilidad física, en un mundo corrupto, pero donde al mismo tiempo se valora la lealtad y el profesionalismo. También es particularmente interesante el antagonista que construye Gibson, que oscila entre momentos temibles y otros donde se acerca al patetismo.

Sin embargo, por fuera de eso, no hay grandes revelaciones y el relato transita por carriles previsibles, aunque con un episodio final a toda máquina, repleto de secuencias vibrantes. El Continental: Del mundo de John Wick no agrega mucho a la mitología de la saga, pero es un indicador de su potencialidad, va directo al grano con lo que tiene para contar y como entretenimiento funciona perfecto. La miniserie teelvisiva The Continental se atreve a tratar el misterio de John Wick que obsesiona a los fans y ha permitido que los seguidores de Baba Yaga disfruten de una de sus principales incógnitas y, para ello, no ha dudado en bucear dentro de uno de los grandes misterios.

Uno que ha aumentando la intriga de los fans: ¿qué demonios ocurre con la gente normal en esta realidad asediada por asesinos? ¿Cómo se enfrenta a su día a día una sociedad que sigue bailando en una discoteca mientras un tipo acaba con la vida de una treintena de esbirros? ¿Qué pasa con la policía y las fuerzas del orden en una ciudad en la que se puede organizar un conflicto armado de tamaño medio en una rotonda mientras todo el mundo sigue circulando como si fuese un martes cualquiera? Todas estas preguntas de alguna manera están contestadas en esta producción de televisión.

Mi 8 de calificación a esta miniserie, si uno sigue el orden cronológico de las películas y series de John Wick, solo nos había dado alguna pista la iniciática ‘John Wick (Otro día para matar)’ (Chad Stahelski, David Leitch, 2014). La entrega más humilde de la saga incluía una secuencia con un policía que, tras ver una buena cantidad de cadáveres en casa del bueno de John, se alejaba del lugar al ver que nuestro sanguinolento héroe estaba al tanto de la situación.

Ese pequeño detalle dejaba claro hasta qué punto Baba Yaga estaba al margen de la ley, jugando con la idea de su misteriosa leyenda y dejando el camino preparado para que ‘John Wick: Pacto de sangre’ (Chad Stahelski, 2017) se convirtiese en una espectacular secuela. Y es que el exagerado clímax final de aquel título, un momento en el que descubrimos que la ciudad está habitada por asesinos en unas proporciones brillantemente cómicas, marcaron el devenir de la franquicia, alejándonos para siempre del “habéis matado al perro del tipo equivocado” para, abrazando definitivamente el mainstream de universos cinematográficos, convertirse en una franquicia sobre descubrir todo lo que estaba bien oculto.

Bajo esa premisa, John Wick: Capítulo 3 – Parabellum (Chad Stahelski, 2019) y John Wick 4 (Chad Stahelski, 2023) enloquecieron de éxito y, mientras regalaban maravillosas secuencias que les permitieron colarse entre las mejores películas de acción del siglo XXI, ampliaban el canon sobre ese mundo dominado por sicarios obsesionados con las normas al tiempo que, de manera cada vez más divertida, obviaba el hecho de que todos sus personajes conviviesen en un espacio en el que también transitaba gente que, seguramente, no tuviese el asesinato múltiple entre sus tareas diarias.

Es aquí cuando llega The Continental: Del mundo de John Wick y nos presenta a los detectives KD (Mishel Prada) y Mayhew (Jeremy Bobb), dos agentes del orden que no tardan en verse envueltos en una situación demasiado compleja para su departamento. Como sumergidos en un sueño de metarealidad, vemos que KD no termina de entender por qué no puede entrar en el Continental. Mayhew, totalmente convencido de la normalidad por su propio mundo, sabe instintivamente que allí no tienen ninguna autoridad, pero KD está dispuesta a resquebrajar las normas de la ficción a la que pertenece y entra en el recinto.

Mientras los asesinos que lo pueblan no tardan en oler la sangre fresca y despistada de nuestra nueva heroína, nos preguntamos hasta qué punto la serie se atreverá a explicar cómo sobreviven los personajes conscientes de estos imposibles impuestos título a título. Con Keanu Reeves como protagonista, sus imaginativas escenas de lucha, su estética cuidada y su montaje adrenalítico, la saga John Wick ha conquistado a millones de espectadores en todo el mundo, incluida la reciente John Wick 4.

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