Agencias.-
Seis años pasaron desde la última vez que la Ciudad de México escuchó a Paul McCartney en vivo, y la noche del martes terminó la espera cuando el ex Beatle llegó con su “Got Back Tour” al Foro Sol.
Con puntualidad inglesa, el músico inició su show a las 21:03 horas, en medio de un cálido recibimiento por parte de los 60 mil asistentes. Tras proyectarse un video con distintos momentos de la gira, la imagen del músico apareció en las pantallas.
“Can’t Buy Me Love” y “Junior’s Farm” iniciaron el setlist de la noche. El cantante colocó sus manos en su cintura, dirigiendo a la audiencia una mirada pícara. “Hola México, buenas noches Ciudad de México. Esta noche trataré de hablar un poco de español”, dijo.
A diferencia de su último show en el país, celebrado en 2017, el artista no bailó ni saltó sobre el escenario, sino que permaneció detrás de su micrófono con su bajo en mano. Pero el buen humor y el carisma no faltaron, constantemente le dirigía una sonrisa a la gente.
“She’s A Woman”, “Got To Get You Into My Life” y “Come On To Me”, sonaron a continuación. Al terminar esta última, desató piropos al quitarse el saco. Antes de interpretar “Getting Better”, recordó a Jimmy Hendrix, con quien tocó en vivo días antes de haberse lanzado en 1967. “Lo conocí en los 60, un hombre maravilloso”, comentó.
Enseguida, se sentó en su piano para continuar con “Let ‘Em In”. Cada que la cámara lo enfocaba de cerca, se apreciaba un rostro con más arrugas que la última vez que México lo vio en vivo, pero con unos penetrantes ojos azules que reflejaban la alegría de aquel joven que tocaba con Los Beatles.
“Esta canción es para mi esposa, Nancy. Ella está aquí entre ustedes”, anunció, antes de interpretar “My Valentine”. Este show fue la culminación de un día lleno de amor para Paul, pues la euforia de los beatlemaniacos lo acompañó desde su hotel en donde decenas de fans los esperaban para verlo salir en su camioneta rumbo al concierto.
Otros temas que cantó en la primera noche de sus presentaciones en la Ciudad de México.
Enseguida tomó un ukelele, para rendir homenaje a su amigo George Harrison con “Something”, un tema de la autoría del fallecido ex Beatle, que dedicó también a su viuda, Olivia, y fue uno de los favoritos de la noche.
Entre los asistentes no faltaron quienes acudieron con carteles donde se leían mensajes de cariño, como “México te ama” y “Bienvenido de vuelta Sir Paul”. El viaje a través de sus distintas etapas siguió con éxitos como “Get back”, “Band on the run” y “Let it be”.
El escenario se iluminó con fuego y pirotecnia al sonar “Live and let die”, perteneciente al soundtrack de la cinta homónima de “James Bond”. Al finalizar, y todavía con algunos cuetes tronando en el cielo, Paul se tapó los oídos a manera de broma, fingiendo que el sonido lo estaba dejando sordo.
El show parecía terminar con Hey Jude, y como ya es costumbre, el público lo acompañó con el “Na na na na”, causando la emoción de McCartney, quien conmovido expresó: “Suenan muy dulce México”.
Tras una pausa de unos minutos, regresó ondeando las banderas de México, Inglaterra y la comunidad LGBT+, una tradición de sus conciertos. El encore comenzó con “I’ve got a feeling”, que enloqueció a los presentes por la presencia virtual de John Lennon, cuyo fragmento apareció en video.
Los cumpleañeros de este día recibieron una dedicatoria especial con Birthday, a la que le siguieron los temas Sgt. Pepper’s lonely hearts club band y Helter Skelter.
El espectáculo finalizó con Carry that weight y The end. McCartney se despidió tomando la mano de sus músicos, y haciendo una reverencia al público, quienes no dejaban de pedirle que cantara un par de canciones más.
