Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Más del 90 por ciento de superficie en praderas o que sirve de alimento para el ganado de Tamaulipas se encuentra afectada por la prolongada sequía, que no ha permitido el desarrollo de los pastos por la falta de lluvias.
Y aunque se han estado registrando lluvias, producto del ingreso de frentes fríos o el bombardeo de nubes, el agua caída no soluciona el problema que se tiene, pero permite a los productores sobrellevar el invierno, consideró Cuauhtémoc Amaya García, subsecretario de Desarrollo Agropecuario y Forestal.
Recordó que las etapas en las que engorda el ganado generalmente se presentan en los meses de agosto y septiembre, es decir, cuando hay suficientes lluvias entre mayo, junio y julio de cada año y se observan mejores pastizales en las unidades de producción destinadas a la ganadería.
“Lo que se busca en los escenarios actuales es que haya mantenimiento de ganado, que pase el invierno y de esa forma estar en circunstancias, habiendo lluvias, de mejorar condiciones corporales del hato ganadero en Tamaulipas”, estableció.
Destacó que a la fecha aún no hay reportes de muerte de ganado por cuestiones de clima ni la sequía recurrente, aunque sí un porcentaje de pérdida de un dos o tres por ciento, como tampoco brote de enfermedades.
Amaya García confirmó que en coordinación con el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural, Dámaso Anaya Alvarado, se trabaja para la entrega de un apoyo para los productores de la zona temporalera, considerada como la de mayor afectación.
“Lo que se pretende es ir en apoyo de los productores con la entrega de pacas, melaza, minerales y algo de alimento, no sabemos cuánto en volumen, pero estamos hablando de alrededor de ocho millones de pesos para atenuar la sequía”, expresó.
Reconoció que el ganado ha bajado de peso por las condiciones en que se encuentran los pastizales, a sabiendas de que debe estar para ingresar a la temporada fría del año en una condición de tres o cuatro, aunque desafortunadamente se encuentra en dos y uno.
