Diego López Bernal.-
El progreso social registró un retroceso en lo correspondiente a las necesidades básicas humanas de la población, durante la gestión gubernamental del Partido Acción Nacional (PAN), en comparación con la administración anterior, bajo la responsabilidad del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Dicho deterioro social se dio principalmente en la nutrición y cuidados médicos básicos, de acuerdo al Índice de Progreso Social (IPS) que mide desde el 2015 México, ¿Cómo Vamos?, con base en diversos indicadores nacionales.
En este sentido, el organismo de la sociedad civil define este segmento del progreso social para conocer “si las personas tienen suficientes alimentos y acceso a cuidados médicos básicos, tomando en cuenta indicadores de mortalidad y alimentación”.
En general, el Gobierno de Tamaulipas del 2016 al 2022 no pudo empatar los resultados con los del sexenio anterior; por ejemplo, en el 2015, penúltimo año de la administración del priista Egidio Torre Cantú este componente estaba en 75.11 puntos, en una base de cero a cien.
Sin embargo, si se compara con el 2021, año previo al cierre de gestión del panista Francisco García Cabeza de Vaca el componente del IPS se cayó hasta 31.95 puntos, pero hay que tomar en cuenta que el 2021 fue el inicio de la recuperación por la pandemia de covid-19 que afectó a nuestro país.
En este sentido, para el 2022, año de terminación del anterior gobierno, el puntaje se recuperó hasta 71.55, aunque por debajo del 2016, año que García Cabeza de Vaca asumió la responsabilidad de gobernar a Tamaulipas, cuando cerró en 71.71.
Por otra parte, para la construcción del componente de “nutrición y cuidados médicos básicos”, MCV mide cuatro subcomponentes, como son 1) Carencia por acceso a la alimentación; 2) Mortalidad materna; 3) Mortalidad infantil, y 4) Mortalidad por enfermedades infecciosas.
En este aspecto, solamente el acceso a la alimentación logró un avance de 2016 a 2022, al reducir de 19.2 por ciento de los tamaulipecos con carencias a 12.4 durante el sexenio anterior; en este sentido, la estrategia ha sido la misma de todos los gobiernos, básicamente la distribución de despensas entre las personas de mayor pobreza.
ENFOQUE DESALENTADOR
Los peores resultados de los subcomponentes antes mencionados se registraron en la mortalidad por enfermedades infecciosas; la tasa por cada cien mil habitantes con la que cerró el gobierno de García Cabeza de Vaca fue de 53.99 (2022), mientras que Torre Cantú la entregó en 12.84.
Otro dato destacado es que la mortalidad materna, medida a través de la defunción de la madre por cada cien mil nacimientos se disparó en el sexenio anterior hasta 77.31 en el 2021, mostrando las dificultades del sistema de salud estatal para salir de la pandemia de covid-19 el año previo; la tasa más alta del gobierno anterior fue de 37.17, justo al cerrar el año, desde un 33.05 previo,
Por último, la mortalidad infantil se mantuvo “a raya” en Tamaulipas, gracias a las extremas medidas de seguridad médica impuestas por la pandemia; en el 2016 era de 12.12 defunciones por cada mil nacimientos y al cierre de la gestión panista fue de 10.32.
