Agencias.-
En días pasados finalmente se dio a conocer la causa de muerte del actor Matthew Perry, quien fue hallado sin vida el pasado 28 de octubre. La autopsia reveló que el protagonista de la famosa serie “Friends” falleció “accidentalmente” tras consumir ketamina.
“La causa de la muerte del actor Matthew Langford Perry, de 54 años, fueron los efectos agudos de la ketamina. Los factores que contribuyeron a la muerte de Perry incluyen ahogamiento, enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina (utilizada para tratar el trastorno por consumo de opioides)”, detalló el Departamento Médico Forense de Los Ángeles.
Es por lo anterior que hoy te explicamos de qué trata esta sustancia, así como detalles importantes sobre su uso. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ketamina es un medicamento que se utiliza como anestésico en medicina humana y veterinaria. Debido a que está fácilmente disponible, es fácil de usar y es de bajo costo.
La OMS considera que la ketamina es un “medicamento esencial” y no recomienda su clasificación bajo los tratados internacionales de fiscalización de drogas. En cuanto a las intervenciones quirúrgicas esenciales, un documento de la OMS afirma que la ketamina debe estar accesible en todas las instalaciones donde se necesita anestesia.
Lo anterior con el fin de garantizar una atención quirúrgica segura y asequible. De igual forma, es uno de los agentes anestésicos más utilizados en los países en desarrollo. En algunos países se usa también con fines recreativos, como una “droga de fiesta”.
La ketamina es una sustancia controlada, que figura en la Lista III de la Ley de Sustancias Controladas, según el Centro nacional de Inteligencia sobre Drogas de Estados Unidos (National Drug Intelligence Center). Las drogas de la Lista III, entre ellas la codeína y los esteroides anabólicos, tienen menos potencial de abuso que las de la Lista I o Lista II.
Sin embargo, el abuso de las sustancias de la Lista III puede generar dependencia física o psicológica. El abuso de la ketamina como droga ganó popularidad cuando los usuarios descubrieron que producía efectos semejantes a los de la PCP.
La ketamina causa distorsión en las percepciones visuales y sonoras de los usuarios; les hace sentir desconectados. Puede trastornar los sentidos, el juicio y la coordinación durante un lapso de hasta 24 horas tras su consumo: sus efectos alucinógenos normalmente duran entre 45 y 90 minutos solamente.