Patricia Azuara.-
La Navidad es una época de renovación de energías que llaman a la buena suerte, prosperidad y abundancia en nuestros hogares y nuestras vidas, así lo definió Moisés Castillo Barrientos, quien dará algunos tips para la buena suerte.
Lo primero, señaló, siempre hay que priorizar a Dios, y creer desde la fe que todo puede ser posible. “Primero que nada debemos saber que el Señor es el único que puede mover montañas”.
En Noche Buena, miles de millones de familias siguen rituales para alejar cualquier mala vibra que las aqueja. Además, la mayoría de estos ritos se originan con la llegada del Espíritu de la Navidad durante cada Solsticio de Invierno.
“Durante la época navideña, muchas personas buscan armonizar sus hogares y vidas con la filosofía del Feng Shui, originaria de China, que propone crear una sintonía entre el ser humano y su entorno”.
“Esta práctica, especialmente relevante en Navidad, se centra en la atracción de aspectos positivos como la salud, el amor, la prosperidad y el bienestar general”.
LOS RITUALES TRANSFORMAN
Los rituales se transforman y se adaptan según la época, pero generalmente sus elementos y funciones claves, para celebrar, agradecer o hacer peticiones, no mueren, aseguró.
“Basta con mirar distintos eventos estacionales para notar cómo ciertos cultos, como el armado del árbol de Navidad, el encendido de velas o los festines viven hasta nuestros días”.
El líder espiritual enseñó rituales navideños para atraer vibras positivas. Algunos de estos ritos se realizan antes de la Nochebuena o de la medianoche del 25 de diciembre, pero dependerá de las creencias de cada quien.
EL MUÉRDAGO
Muérdago protector. El muérdago es un elemento navideño conocido por su relación con el romanticismo, pero también tiene propiedades protectoras.
Ubica un muérdago dentro de un jarrón o recipiente para que tus invitados reciban el cuidado de esta planta contra diversos males y colocarla en la puerta también asegura la protección de tu morada.
2. Sal contra energías negativas. La sal es un producto esencial para la purificación de las malas vibras y, en este caso, es usada durante rituales en la noche del 23 de diciembre.
Primero esparce sal marina o gruesa en cada esquina de tu hogar y lo dejas hasta la mañana del 24, cuando deberás barrer la sal fuera de la casa.
3. Ropa interior roja. Esta es una prenda a la que siempre se le han atribuido poderes de atracción amorosa.
4. Velas en la cena. Las velas cumplen una función espiritual durante la cena navideña, pues absorben los males.
VELAS DE COLORES
Es importante que armes un arreglo con velas verdes, rojas y doradas junto con hojas de laurel y muérdago. Las velas se encenderán hasta consumirse y lo que sobre debe ser arrojado en una corriente de agua.
5. Brindar con la mano derecha. Para brindar por la llegada de la medianoche del 25 de diciembre debes sostener tu vaso con la mano derecha porque la mano izquierda se asocia con la mala suerte, también es bueno mirar a los ojos a las personas con quiénes brindas.
6. Monedas bajo el árbol. Este ritual consiste en colocar siete monedas doradas debajo del árbol de Navidad, con el objetivo de atraer la abundancia económica al hogar.
¿Qué hay del espíritu de la Navidad?
¿Sabes de dónde viene y por qué coincide con el solsticio?
Lo cierto es que hoy en día en muchos hogares de Latinoamérica se espera su llegada como una adaptación del Yule, una festividad decembrina de origen germánico.
EL ORIGEN DE LOS RITUALES
Según la Enciclopedia Británica, aunque no se pueda rastrear su lugar de origen con exactitud, se sabe que es una fiesta precristiana, igual que las Saturnalias que festejaban los romanos. Para los pueblos escandinavos y germánicos era una fecha significativa.
El Yule se celebraba la noche en que ocurre el solsticio de invierno en el hemisferio norte del planeta, que suele ser el 21 o 22 de diciembre, y se extendía, según estiman algunos historiadores, por unos doce días.
De acuerdo a la enciclopedia europea, “como la mayoría de los festivales del solsticio de invierno, los temas de luz, fuego y banquetes son temas comunes” y si hoy en día se sabe sobre su existencia es gracias a San Beda, un monje y cronista inglés que vivió en los siglos VII y VIII d.C.
“Yule se convirtió en un nombre para la Navidad alrededor del siglo IX, y en muchos idiomas yule y sus afines todavía se usan para describir esa Navidad: jul en noruego, sueco y danés; joulud en estonio; joulu en finlandés; y jol en islandés. La festividad navideña todavía se conoce como Yule en el idioma escocés”, explica la Enciclopedia Británica.
También se hacían sacrificios de animales para honrar a los dioses y debido a la enorme dificultad que acarreaba mantener con vida a las bestias durante el crudo invierno.
