El juego de cartas blackjack, también conocido como 21, es uno de los más populares dentro de las salas de casino en México, tanto físicas como online. El motivo de su elevado número de seguidores es, entre otros, su reducida y rápida curva de aprendizaje. Sin embargo, a pesar de poseer unas reglas muy simples, existen un buen número de variantes, reglas de mesa y opciones de apuestas con las que difícilmente se aburrirá. Así mismo, el jugador tendrá la opción de aprender todo tipo de fórmulas, estrategias, y trucos útiles, que van a facilitarle, cada vez más, el camino a la victoria.
En líneas generales, se trata de partidas rápidas y ágiles, con un alto porcentaje de posibilidades de éxito para el jugador. En el blackjack online o en el que se presenta en las instalaciones físicas, no se rivaliza con otros compañeros de mesa, sino que el destino final de cada mano es ganar al crupier o representante del casino.
Vamos con las reglas básicas. Recibe el nombre de blackjack a la mejor mano que puede lograrse en cada partida, es decir, un As y una carta de valor 10, aunque puede darse un empate si la banca también logra reunir esta misma mano.
Aunque, como ya se ha comentado, existen diferentes variaciones, en el blackjack original las manos comienzan cuando cada jugador lleva a cabo una apuesta inicial, que dependerá de las reglas de la mesa en la que se haya elegido participar. La casa deberá mostrar claramente las apuestas máximas y mínimas permitidas.
Después de realizar cada jugador su propio envite, recibirá dos cartas, ambas boca arriba. Del mismo modo, el crupier también se otorgará una si se está jugando al estilo clásico o dos (una boca arriba y otra boca abajo) si se está participando en el estilo americano.
El objetivo del blackjack es sumar con las cartas recibidas la cifra de 21 o lo más cercana a ella, sin pasarse, en cuyo caso perderá. Es imprescindible, por tanto, conocer el valor de las cartas; el As tendrá dos valores 1 u 11, a elegir según el interés de la mano, las figuras (J, Q y K) valdrán 10 puntos y el resto de cartas poseerán su valor nominal.
Las manos suaves son aquellas en las que el valor del As es 11 y cuando vale 1 se denomina mano dura. En cualquier caso, es posible pedir una carta adicional o, también, doblar si se posee una mano suave, es decir, jugar con dos opciones en lugar de 1.
En las situaciones en las que la mano del jugador tenga el mismo valor que la de la banca se produce un empate, en cuyo caso se recibirá la cantidad originalmente apostada. Si se pierde ante la banca, la apuesta también desaparecerá. En caso de ganar, lo habitual es obtener un premio de 1:1, es decir, se recibe la cantidad apostada más una vez esa misma cifra. Los pagos a vencedores en este juego atemporal se realizan cuando el crupier completa su propia mano.
Las estrategias de doblar, dividir y rendirse
Aunque existen numerosas técnicas, trucos y tácticas posibles para vencer al crupier, las tres más habituales según las primeras dos cartas recibidas serán las siguientes.
- Doblar: con esta acción será posible duplicar una apuesta inicial por el mismo valor, circunstancia que se dará solo cuando se hayan repartido las dos primeras cartas y a condición de recibir solo una carta más con la que completar la mano. En ocasiones, según la variante en la que se participa, será posible doblar tras haber dividido con anterioridad. Esto ocurre cuando después de haber dividido una mano, en dos o más, se presenta la oportunidad de doblar, para lo cual habrá que sumar una apuesta más a la mesa.
- Dividir: la estrategia de dividir obra el milagro de convertir una mano en dos, permitiendo, de este modo, duplicar las opciones de tener éxito en la partida ante el crupier. Al dividir una mano se permite apostar de manera adicional por esta segunda oportunidad, la cual debe ser del mismo valor a la primera. La división de la mano se da en el caso de recibir dos cartas de igual valor, con cada una de ellas se formará una mano de forma independiente, pudiendo ganar, perder o empatar de manera indistinta. Así mismo, en algunas variantes se posibilita la división de cartas iguales más de una vez. Sin embargo, si una de las cartas es un As, las mesas no suelen permitir esta división.
- La rendición: no siempre, solo en algunos casinos y en determinadas mesas, se ofrece la opción de abandonar la mano antes de que esta finalice por sí misma y recuperar la apuesta al 50% de la apuesta. Se trata de una estrategia en la que el jugador debe tener claro que el porcentaje de perder contra la banca es muy elevado. En cualquier caso, habrá que asegurarse que, en el casino, en la mesa y en la variante de blackjack en la que se participa, se admite esta opción.
- El seguro: también, en determinados espacios de juego, se ofrece la apuesta de seguro que permite apostar la mitad de la cantidad inicial y recibir un 2 a 1 si una de las cartas que posee la banca en el primer reparto es un As. De este modo, si el crupier consigue un blackjack, la pérdida no será tan elevada.