Con la creación de un innovador biorreactor que transforma residuos orgánicos en energía, estudiantes e investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) han logrado un avance significativo en el campo de la producción de biocombustibles.
El proyecto, desarrollado por los estudiantes Natalia Pérez Montelongo, Érick Iván Lara Carrillo y Maximiliano Ortega Ramírez, de la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa-Aztlán (UAMRA), ha contado con la asesoría de Juan Roberto de la Torre Escareño, profesor e investigador de ese plantel.
De acuerdo a lo explicado por los académicos de la UAT, un biorreactor es un dispositivo en el cual se llevan a cabo reacciones químicas que permiten generar productos de interés.
Los biorreactores se utilizan en diferentes aplicaciones, desde la producción de medicamentos bioadaptativos o fertilizantes y pesticidas ecológicos hasta la elaboración de cerveza, el refinado de etanol y el tratamiento de aguas residuales.
En un comunicado, señalaron que el biorreactor fabricado en la UAMRA es particularmente notable por su capacidad para realizar reacciones en tiempo real con una precisión sin igual, lo que aumenta significativamente el rendimiento de la producción de biocombustibles.