El presente año trajo consigo un gran número de especies descubiertas, dando como resultado la descripción de casi mil ejemplares de plantas y animales por parte de científicos del Museo de Historia Natural de Londres y la Academia de Ciencias de California.
Este mismo año celebró el 50 aniversario de la Ley de Especies en Peligro de Estados Unidos, que ofrece protección a plantas y animales amenazados y ha ayudado a salvar cientos de especies, según Scott Sampson, director ejecutivo de la Academia de Ciencias de California.
Esta extensa lista incluye un gran número de especies tanto vivas como extintas, entre los que se encuentran escarabajos, polillas, babosas marinas, geckos, peces, ranas, arañas, plantas, hongos, gusanos y un eslizón sin patas.
Entre las nuevas especies descritas por los investigadores del Museo de Historia Natural este año, 619 de ellas eran diferentes tipos de avispas polinizadoras, depredadoras y parásitas, por lo que para muchos este sería el año de la avispa.
El extraordinario número de descubrimientos fue impulsado por el trabajo del Dr. John Noyes y Christer Hansson, científicos asociados del Museo de Historia Natural, quienes están llevando a cabo investigaciones para descubrir abejas, hormigas y avispas en Costa Rica.
Algunas de las nuevas especies de avispas presentan características muy particulares, entre los que se encuentran tonos metálicos, incluidos el azul, el morado y el naranja. Y si bien las avispas pueden parecer una molestia armada con aguijones, estos insectos ayudan a controlar las poblaciones de plagas que pueden afectar los cultivos agrícolas.
Por otro lado, una nueva especie de lagarto sin patas fue encontrada deslizándose por las laderas de la Serra da Neve, la segunda montaña más alta de Angola. Estos lagartos, conocidos como eslizones, se parecen a las serpientes y se esconden entre las hojas del suelo del bosque para cazar insectos y otras presas pequeñas.
A diferencia de las serpientes, los eslizones tienen aberturas para las orejas externas y párpados móviles, según el Zoológico de Virginia. Cabe destacar que la mayoría de los eslizones tienen un color uniforme, sin embargo, el recién descrito Acontias mukwando tiene un anillo rosa alrededor del cuello.
Pero los animales no son los únicos que recibieron atención, pues científicos del Instituto Politécnico Nacional de Durango, México, trabajaron con investigadores de la Academia de Ciencias para estudiar una suculenta poco común en la cordillera de la Sierra Madre Occidental.
La planta, que crece en las laderas de los acantilados, es conocida desde hace mucho tiempo por la comunidad indígena local O’dam, por lo que sería nombrada Pachyphytum odam para mantener la conexión entre la planta y la comunidad que vive en la tierra donde crece.
Mientras tanto, los científicos resolvieron un caso de confusión de identidad de una planta con flores en Costa Rica, ya que, por más de 150 años, se pensó que la planta pertenecía a una especie similar pero distinta en México.
La planta Stenostephanus purpureus, es diferente de una planta llamada Stenostephanus silvaticus que se encuentra en México. Cuenta con flores de diferentes colores, además a la planta costarricense le falta un pétalo plano, a menudo llamado plataforma de aterrizaje para las mariposas y otros insectos polinizadores. En cambio, Stenostephanus purpureus probablemente sea polinizada por colibríes.
Con información de: telediario.mx